La muerte vista como un nuevo comienzo, como una forma de volver a nacer otra vez. Con esa idea ha partido Abraham Beato para realizar su primer corto con actores profesionales y que lleva por título La vida de Adela, estrenado esta pasada semana en Jerez, ciudad natal del joven director de cine. Abraham Beato reconoce que su pasión por el cine viene desde que “era bien pequeño, porque ya me gustaba contar historias; lo que hacía era apuntar lo que se me ocurría en un cuaderno y aprovechaba las reuniones familiares para poder contarlas”. Ese niño fue creciendo hasta que en el año 2017 este director jerezano se inicia dirigiendo teatro infantil en un colegio de El Puerto. Cuando llega la pandemia, “abro un canal de YouTube Algoestátramando para empezar a hacer cortos de forma muy casera. Poco después me matriculé en la Escuela de cine de Cádiz y a partir de ahí surge todo lo que estamos viviendo ahora”.
Ahí surgió entonces La vida de Adela, gracias a “una conversación con Lorena Aspaliu en la que me explica que hay empresas que llevan las cenizas de los fallecidos a los bosques y, a través de diferentes procesos, crezca un árbol. Esa idea es la que hemos llevado a este nuevo corto”, explica Beato.
El director jerezano atesora a sus espaldas otros 7 cortometrajes, pero como él mismo asevera, “ninguno como éste”, debido a que este último “tiene un color especial porque han participado actores profesionales, un grupo audiovisual de Jerez llamado ACM y quizás para mí ha sido una experiencia única, desde el principio hasta el final”.
La idea de la vida después de la muerte es algo con lo que Beato espera que se queden los espectadores. “Cada director tiene su género y su forma de hacer cine; a mí me gusta que todo lo que lleve mi sello esté cargado de sentimiento y que llegue. En este corto está todo eso, trata la muerte, pero no de una forma dramática o miedosa, y haberle dado este punto de vista es algo con lo que me gustaría que la gente se quedara”, explica este jerezano que se ha rodeado de actores profesionales -por primera vez en toda su carrera- y de músculo joven, como Alberto Carrera, uno de los tres componentes de la productora ACM, con denominación de origen en Jerez, una ciudad que está muy presente en La vida de Adela puesto que desde un primer momento, la productora de Alberto Carrera seleccionó “enclaves como patios andaluces para que se vea bien que está ambientado en Andalucía y siempre hemos tratado de dejar Jerez en lo más alto”, como nos cuenta el propio Carrera.
En el horizonte, Beato tiene entre manos “un guión entre manos, he contactado con una chica que es directora de producción en Murcia para hacer algo juntos, uno de los actores que es Miguel Ángel Marroquín quiere hacer una webserie y quiere contar conmigo… por delante hay propuestas y proyectos”. Carrera por su parte asegura que “en un futuro nos gustaría volver a ponernos a trabajar con Abraham y realizar nuevos proyectos y es algo en lo que comenzaremos a pensar en muy poco tiempo”.
A pesar de estos proyectos que ambos tienen en su horizonte personal, ahora mismo sólo piensan en “disfrutar de La vida de Adela y descansar un par de semanas para recargar las pilas y volver con más ganas”, concluye Beato.
Un buen comienzo
Los cortometrajes suelen ser los comienzos más primigenios de los directores de cine y sobre ello nos habla Abraham Beato, quien opina que “para un director, el largometraje en esta sociedad es lo que te da prestigio, pero todos empezamos haciendo cortometrajes y enviándolos a festivales; esos son los comienzos. No tienen el mismo valor, pero los cortos deberían tener más importancia porque son los inicios de la persona”. A pesar de estos comienzos, todos los directores de cine como Abraham Beato quieren ir a más y crecer en sus proyectos.