Hace dos semanas el Consejo de Ministros aprobó el Proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y las reacciones no se hicieron esperar. Ayer mismo Pablo Casado anunció que su partido presentará enmienda a la totalidad, habiéndolos clasificado de imprudentes, electoralistas e irresponsables.
Dejando a un margen las consideraciones políticas, nos disponemos a arrojar algo de luz a este asunto analizando lo que, a mi juicio, son los puntos clave de estos PGE, que cuentan con 25.000 millones de fondos europeos destinados a “fortalecer la economía y hacerla más sólida y sostenible”:
Aumento del límite de gasto no financiero (techo de gasto)de un 2% con respecto a 2021. Se trata de un techo de gasto inédito que solo puede ser una realidad, si se cumple un incremento más que sustancial de la recaudación fiscal. María Jesús Montero ha cifrado este incremento en un 8,1% debido a la “etapa expansiva” en la que se sitúa la economía española, según sus palabras.
Bono joven de ayudas al alquiler de 250 €/mes a personas de entre 18 y 35 años con posibilidad de aumento del 40% en casos familiares en determinados casos familiares.
Bono social térmico: Supone un aumento del 44% en las partidas destinadas a esta ayuda con respecto al año pasado, algo que parece necesario dada la escalada del precio de la luz que estamos viviendo.
Bono cultural para jóvenes de 400 €, pero ¿a qué jóvenes va dirigida la medida? A los que cumplen 18 años en 2022, es decir, a los que pueden votar por primera vez el próximo año. No están definidos aún los ámbitos concretos en los que podrá emplearse el bono, pero sí se ha dejado claro que NO se destinará a los toros.
Regularizar precios de alquiler a grandes tenedores.
Subida desueldo a los funcionarios del 2%.
Tipo mínimo del Impuesto sobre Sociedades del 15% a grandes empresas, con el que se espera recaudar 400 millones, sin embargo, no se aclara si el tipo mínimo se aplicará a la base imponible del impuesto o, por el contrario, se aplicará al resultado de la Cuenta de Pérdidas y Ganancias.
Sin duda, esto dará mucho que hablar en lo venidero, y veremos cómo se traduce del papel a los hechos cada uno de estos puntos clave, porque el papel lo aguanta todo pero la empecinada realidad, no.