Asistimos en estas fechas previas a las elecciones del 28 de mayo al espectáculo político que se ha creado en torno a la proposición de ley planteada por los grupos parlamentarios del PP y Vox, para ampliar los regadíos en el entorno de Doñana. Unos y otros se arrojan argumentos, generalmente banales y de poco calado, en busca de sacar rédito político en forma de votos.
De un lado, por parte del Gobierno andaluz se está tratando, inútilmente a mi juicio, de fundamentar la norma desde un punto de vista técnico. Se habla de que la provincia de Huelva es excedentaria desde el punto de vista hidrológico, de que hay parte de ese excedente de agua que se pierde y que, con las infraestructuras adecuadasen forma de trasvase, se podría dar agua (siempre “superficial”) a muchos de esos terrenos agrícolas permitiendo la subsistencia de muchas familias. Por supuesto, se aprovecha para lanzar el dardo contra el Gobierno central por ser el responsable de ese trasvase (vía Confederación Hidrográfica) que supuestamente debería estar ejecutado hace tiempo.
A pesar de lo anterior, desde mi punto de vista, la inoportunidad de la medida tanto en el tiempo como en la forma es evidente. Se ha abierto un debate de blancos y negros, como todos los actuales, en los que Juanma Moreno va a asumir, a partir de ahora, cualquier problema que surja en el P.N. de Doñana, haciendo olvidar del imaginario colectivo que el PSOE tuvo durante casi cuarenta años gran parte de la responsabilidad sobre el parque y que al actual Gobierno autonómico “acaba de llegar”, como quien dice, a este problema. Además, se orilla la responsabilidad de la Administración Central,la competente en la gestión del parque (de ahí que sea “Nacional”) y la que debería ejecutar esas infraestructuras. Ahora, todos los problemas serán culpa de esta ley y del gobierno de Juanma Moreno.
Pero es que además, estando en periodo electoral, le ha regalado a los directores de campaña de los partidos de la oposición un eslogan que en estos tiempos de mensajes directos, es verdaderamente oro molido: “Doñana no se toca”. No pararemos de escucharlo y leerlo y es arrollador por ser directo, simple y al mismo tiempo envolver en esa simplicidad todo el pensamiento
mainstream que te asegura que cualquier gobiernoconservador lo que pretende es acabar con el Medio Ambiente(en este caso Doñana) para favorecer intereses particulares siempre espurios. “Doñana no se toca”, regalazo.