Después de año y medio de convivencia diaria con el virus, al que había conseguido sortear, parece que en la recta final me ha alcanzado. En la recta final digo ya que parece que lo estaba incubando mientras me ponían la primera dosis de la vacuna.

Este artículo es primero, una llamada a la responsabilidad, ya que entiendo que en verano es aún más complicado cumplir todas las normas sanitarias que nos han impuesto pero vista la virulencia que gasta el virus, mucho mayor que el año pasado, debemos mantener la cautela.

En mi caso personal, no lo he cogido en una gran fiesta, en una boda o saliendo hasta las tres de la madrugada, lo he cogido por un contacto casual en la calle, por lo que cuidarme y restringir mis salidas ha sido en vano.

Tras un fin de semana más cansado de lo normal, el lunes me levanté con un fuerte dolor de cabeza y mareos. Excusándome en el trabajo fui a hacerme una prueba de antígenos, la cual resultó negativa. Después de un par de días en cama, el jueves ya no percibía olor alguno, por lo que fui directo a una farmacia y con el autotest, salió mi primer positivo, repetí el proceso otras dos veces, con el mismo resultado, con el fin de confirmar mi teoría.

Tras esto me dirijo a una clínica a confirmar el resultado con un PCR, que por supuesto corría de mi bolsillo, y para sorpresa al día siguiente me dicen que sale negativo. ¿Cómo puede ser? ¿En que momento una persona con síntomas sigue dando negativo en un PCR? ¿Después de año y medio no hemos conseguido corregir estos fallos de los tests?

Contrariado me marcho a casa y me dispongo a preguntar a la Consejería de Salud por mi caso. Tras mas de una hora sin que nadie me atendiese el teléfono, una mujer sólo me decía que me quedase en casa, me pregunta mi DNI y ahí se acaba la conversación. ¿No me van a preguntar que síntomas presento? ¿No me preguntan por mis contactos estrechos? ¿No se ofrecen ellos a hacerme otro PCR para confirmar el diagnóstico?

Honestamente, me he quedado perplejo de las deficiencias que sigue teniendo la Administración a la hora de gestionar esta pandemia y que tras año y medio sigamos básicamente en el punto de partida. En resumen, cuídense ustedes mismos, porque nadie más lo hará.