Málaga estaba experimentando el peor comienzo de año hidrológico desde hacía 80 años, pero por fin, desde hace unas semanas, las lluvias llegaron y han dado un respiro ante los graves problemas de sequía.
Las precipitaciones de los últimos días han aumentado las reservas. Los embalses de la provincia están al 42 por ciento de su capacidad, lo que deja agua para más de seis meses. Un agua muy esperado que garantiza un verano tranquilo y que a más de uno le ha venido muy bien para limpiar el coche de barro tras la calima.
Los embalses malagueños estaban empezando a morir, pero después de
los aguaceros de los últimos días, actualmente acumulan más de
260 hectómetros cúbicos.
El pantano de la Concepción, que abastece a la Costa del Sol, está ya casi al
70 por ciento de su capacidad. Agua que le lleva el río Verde y sus afluentes.
El embalse del Conde Guadalhorce, embalse que
casi ha triplicado sus reservas.
Las lluvias se han centrado en la zona de la Costa del Sol y la comarca del Guadalhorce. Sin embargo, en la otra parte de la provincia, en la zona de la
Axarquía, las lluvias han sido menos intensas, el pantano de
La Viñuela apenas ha aumentado su capacidad, aunque se espera que durante los próximos días las nubes viajen hacia la zona oriental y dejen caer agua por esa zona.
Una lluvia que hoy también agradecen los malagueños tras
la calima. El agua ya cae limpia y está ayudando a eliminar todo el barro que se acumuló en coches y calles.