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Sall Mariam, la pequeña que vuelve a Mauritania gracias a una operación en el Materno

El proyecto 'Viaje hacia la Vida' ha hecho posible que 95 niños puedan mejorar su calidad de vida gracias a la sanidad española y familias de acogida

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  • Gracias a la Fundación Tierra de Hombres, 95 pequeños han sido operados en Málaga y están de vuelta con sus familias. -

Imagine no poder operarse de una enfermedad porque, simplemente, el país en que vive se lo imposibilita. Por razones económicas o de cualquier otra índole. La sanidad pública española es un lujo de puertas para afuera. La historia de la pequeña Sall Mariam, de diez años, es un gran ejemplo de la importancia de nuestro contexto sanitario y de la existencia de fundaciones que ayudan como lo hace la Fundación Tierra de Hombres, con su proyecto internacional  'Viaje hacia la Vida'.

Porque lo de Sall ha sido eso, un viaje a la vida y un regreso a casa sana y a salvo. Ha podido volver a Mauritania tras ser intervenida de una patología traumatológica en el Hospital Materno Infantil de Málaga gracias a la cooperación internacional de la Fundación. Este programa, desarrollado desde hace dos décadas en Málaga, ya ha hecho posible que 95 niños puedan mejorar su calidad de vida "gracias a la generosidad de centros hospitalarios, familias de acogida y voluntariado que cuidan de estos pequeños como parte de su familia", como expresan desde el colectivo en un comunicado.

No hay que olvidar que la prestación sanitaria a menores procedentes de países que no cuentan con recursos suficientes es, al fin y al cabo, parte de los derechos fundamentales de la persona. Lo dice la Constitución, los tratados internacionales en los que España es parte y especialmente la Convención de los Derechos del Niño de Naciones Unidas. También la conciencia social de esos héroes de bata blanca a los que llaman sanitarios.

En 2002 se estableció un acuerdo de colaboración entre el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y la Fundación Tierra de Hombres para intervenir en el Hospital Materno Infantil de Málaga a menores procedentes de países que no cuentan con recursos suficientes y que se encuentran incluidos en el proyecto 'Viaje hacia la Vida', al amparo del acuerdo entre la Agencia Española de Cooperación y la Junta de Andalucía para el desarrollo de este tipo de programas.

De este modo, cerca de 100 menores de diferentes países han podido ser tratados dentro de las especialidades de cardiopatía, traumatología, urología, maxilofacial y cirugía general. En el proyecto también participa, desde 2007, Vithas Málaga. Posteriormente, Salcuando este centro pasó a pertenecer al Grupo Vithas, el acuerdo con el hospital se mantuvo. Son ya dos décadas curando en salud a niños sin recursos y salvando vidas, incluso.

Cuando los milagros existen

La fundación 'Tierra de Hombres-España' se creó en 1994 dentro del movimiento internacional 'Terre des hommes' (TDH), originado en Lausanne (Suiza) en 1960. Desde entonces, se dedican a cambiar tristeza y desamparo por alivio y alegría.

Es en el año 1995 cuando surge 'Viaje hacia la Vida', un programa que ha atendido en todo el país a más de 830 niños, que contempla el traslado de los menores gravemente enfermos a España para ser intervenidos y tratados de diferentes patologías, como cardiopatías, traumatología, urología, colorectal y quemaduras.

Esto se hace posible debido a la colaboración entre 'Tierra de hombres' y los hospitales que ponen al servicio de los pequeños sus instalaciones, equipos médicos cualificados, personal sanitario, al voluntariado de 'Aviación Sin Fronteras', que se encarga de trasladar a los niños tanto en la venida a España como de regreso a su país de origen, y al apoyo de entidades, instituciones y socios con sus donaciones.

 Además, la solidaridad de los ciudadanos es clave en este proceso altruista. A veces se necesitan familias de acogida con las que estos pequeños puedan pasar sus posoperatorios. Familias que dedican su tiempo a niños y niñas que tienen que recuperarse de su proceso clínico. Así, se les acoge en sus hogares como a uno más de la familia hasta que pueden volver a su país, como Sall a Mauritania.

En ocasiones, la enfermedad que padecen estos niños sin recursos procedentes de zonas empobrecidas donde la tasa de mortalidad infantil es muy elevada, necesita para su tratamiento y curación infraestructuras sanitarias de alta tecnología y equipos médicos cualificados, de los que se carece en sus países de origen. Por eso

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