Agentes del Grupo de Investigación y Protección (GIP) de la Policía Local de Málaga han iniciado una investigación, continuada por efectivos del Grupo de Protección de la Naturaleza (Gruprona) del propio Cuerpo policial, que ha culminado con la identificación de un joven de 21 años como presunto autor de un delito de maltrato animal.
Policías locales del GIP especializados en la investigación en redes sociales y fuentes abiertas de Internet captaron vídeos subidos a la red social Instagram en los que se observaban peleas ilegales de gallos con resultado de muerte, constatándose mediante varios de ellos como un animal había sido utilizado en peleas con el resultado de muerte de su oponente, jactándose además su propietario de que ya llevaba nueve gallos matados.
A ello se suma de que en la actividad, contraria al bienestar animal, había menores de edad implicados, identificándose concretamente a dos de 13 años, los cuales habían llegado a subir también vídeos en sus perfiles, ha indicado la Policía Local en un comunicado.
Las pesquisas policiales llevaron a agentes del Gruprona a personarse en el domicilio del implicado, situado en la barriada La Corta, en el distrito Bailén-Miraflores, inspeccionándose su vivienda sin localizar en la misma al gallo utilizado en las peleas grabadas, si bien tenía alojado en la terraza exterior, junto con una gallina y pollitos, otro gallo, mutilado de cresta y barbas, sin que su propietario pudiese justificar intervención veterinaria alguna, generando además ruidos e insalubridad al estar ubicado en una zona residencial, por lo que fue intervenido y trasladado al Centro de Protección Animal Municipal.
Los policías locales levantaron acta de denuncia por tener animales no identificados conforme a la exigencia legal, practicarles mutilaciones sin la supervisión veterinaria y utilizarlos para peleas ilegales, quedando sujeta a resolución judicial y remitiéndose mediante oficio a la Delegación Territorial en Málaga de la Consejería de Presidencia de la Junta de Andalucía.
Han recordado que el artículo 4.2.c de la Ley 11/2003 de protección de los animales recoge que "en especial, quedan prohibidas las peleas de gallos, salvo aquellas de selección de cría para la mejora de la raza y su exportación realizadas en criaderos y locales debidamente autorizados con la sola y única asistencia de sus socios", no justificando el implicado ser asociado a ninguna federación con este fin.
En la Comunidad Autónoma, la Federación Andaluza de defensores del gallo combatiente español regula a través de reglamento en qué condiciones deben estar los gallos, así como los procedimientos y modo de finalizar las peleas. Además, la tenencia de gallos de pelea no debe tener fines lucrativos ni debe darse dentro del hogar.
Por todo ello, los agentes le leyeron los derechos al individuo como investigado por un presunto delito de maltrato animal, remitiéndose las diligencias con todo lo actuado a la Sección de Medio Ambiente de la Fiscalía Provincial de Málaga.
