Ofrecen tradición y una visita muy diferente de espacios tan emblemáticos de la ciudad como la Catedral de Málaga, el Ayuntamiento o el puerto. Y aseguran que quien prueba el paseo a bordo de un coche de caballos repite seguro.
El trato personalizado y la cercanía de esta forma de conocer la capital malagueña son las mejores bazas del servicio que últimamente no pasa por su mejor momento. Reivindican paradas más céntricas para mejorar su visibilidad, sobre todo en el arranque de la temporada estival, época de mayor actividad turística.
Una experiencia para no perderse en Málaga este verano.