La mezcla de acentos es más que palpable estos días en el centro de Innovación Social la Noria de la capital. En el trajín, entre ensayo y ensayo, las dejes sevillano, cordobés, y malaguita se entralazan con correctos castellanos de la meseta y hasta palabras galegas. Una disparidad cultural que no afecta al resultado: las notas que ebullen una y otra vez para sacar adelante la difícil sinfonía Titán que 91 jóvenes talentos de toda España pondrán en escena el próximo domingo en el auditorio Edgar Neville de la Diputación. Un encuentro estatal pionero en la ciudad que se enmarca en los actos del 25 aniversario de la Asociación Joven Orquesta Provincial de Málaga.

Muchos se acaban de conocer, gracias al encuentro malagueño. Otros ya lo hacían, aunque virtualmente, guiados por la misma afición: la música clásica que, lejos del estereotipo manido: sí gusta al público joven.

Una iniciativa con aspiración en el tiempo, y germen de una idea más ambiciosa. Y es que colectivos de discapacitados y con problemas de salud mental pueden asistir a estos ensayos. Y están, cómo no, invitados al concierto final. El poder de la música para integrar y mostrar destrezas ocultas es la base de la que esperan sea la futura orquesta malagueña para jóvenes con necesidades educativas especiales.