El juicio contra los sindicalistas Gonzalo Fuentes y Lola Villalba, previsto para este jueves, no se ha celebrado. El juzgado de lo Penal número 4 de Málaga lo ha suspendido a petición de la defensa de los dirigentes de Comisiones Obreras.
No obstante, los portavoces de la organización han aprovechado para recordar que este juicio es un “ataque a la democracia”.
El secretario regional de Servicios de Comisiones Obreras y su homóloga malagueña están acusados de un delito de atentado contra los derechos de los trabajadores y, por ello, se enfrentan a una petición de pena de tres años y medio de prisión.
Ambos formaban parte de un piquete informativo el pasado 14 de noviembre de 2012. Participaban en la huelga general. Les acusan de haber participado en un altercado para cerrar un bar de copas que permanecía abierto aquella madrugada. Según los acusados, únicamente hablaron con el portero, que les indicó que estaba previsto que el local cerrara tras una actuación musical en directo.
Fue posteriormente cuando volvieron al local, al conocer que se había producido un alternado y habían detenido a una persona. Fue entonces cuando fueron denunciados, de acuerdo con la defensa.
Martínez ha recordado que son más de 200 los sindicalistas españoles que se encuentran en una situación similar a la de Villalba y Fuentes.
El dirigente sindical ha lamentado este jueves a las puertas de la Ciudad de la Justicia de la capital, antes del inicio del juicio, que el Gobierno “criminalice” a las “personas que defienden el derecho de los trabajadores de ir a la huelga”.
La suspensión de la sesión se ha producido a petición de la defensa, después de que detectara que el testigo fundamental no haya acudido. Este es el policía que elaboró el atestado sobre el presunto altercado con el portero de un local de copas y por el que resultaron denunciados Villalba y Fuentes.