Desde la antigua Mesopotamia nuestros antepasados ya reconocían la importancia del pan como un alimento básico en la dieta. Lo consumían como una masa preparada con cereales machacados y molidos. Sin embargo, la dieta española actual ha relegado esta importante fuente de hidratos de carbono en pro de una excesiva ingesta de proteínas y grasas. En Málaga, un estudio ha revelado que el momento del día en que se toma más este alimento es en el desayuno frente a otras provincias españolas.
Es una de las conclusiones que revela la investigación realizada por la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid ‘Influencia del consumo de pan en la calidad de la dieta y hábitos alimentarios de adultos españoles. Percepciones y conocimientos existentes en torno a este alimento’, que ha analizado una muestra de población de 311 adultos con edades comprendidas de entre 18 y 50 años, procedentes de Málaga, Madrid y Pontevedra.
La profesora titular de la Facultad de Farmacia de la Complutense y una de las directoras de este estudio, Beatriz Navia, destaca que la media general de las tres poblaciones cuando más se consume es en la comida, cena y desayuno. “En Málaga, la dinámica es en la comida, el desayuno y la cena, menos. Los malagueños comen más pan por la mañana que en Madrid y Pontevedra”, explica .
Este informe, presentado ayer en La Térmica, también arroja luz sobre falsos mitos del pan, un alimento muy aconsejable para sustituir otros menos adecuados, como los ricos en proteínas y las grasas. Según apunta Navia, casi un 40 por ciento de los malagueños cree en “el falso mito de que el pan engorda” y un 21,9 por ciento que la miga “aporta más calorías que la corteza”. “En general, hemos visto que en las personas que toman más pan su dieta es más equilibrada porque toman menos grasas y proteínas y más hidratos de carbono, fibra y más cantidad de una serie de vitaminas y minerales”, argumenta.
Considera que “no tiene sentido” que el pan esté mal visto en la mesa. “El pan integral aporta fibra, favorece la saciedad y el control de peso, es muy saludable”.
Otros de estos falsos mitos que recoge esta investigación lleva a que más de un 50 por ciento de los malagueños no sepa que el pan integral ayuda al control de la diabetes o que un 21,9 por ciento opine que las personas de edad avanzada deben reducir su consumo. “Es idóneo para los mayores, pues es un alimento de fácil masticación y digestión”.
El Índice de Alimentación Saludable (IAS) es una de los parámetros del estudio. Según esto, la calidad de la dieta de todos los adultos analizados es en general “aceptable”, por lo que en el 62,6 por ciento de la población, ésta es “claramente mejorable”. En este sentido, el informe señala que el 33 por ciento de la población analizada tiene exceso de peso (23,2 por ciento, sobrepeso y 9,8 por ciento, obesidad).
Según Beatriz Navia, hay que ingerir seis raciones de cereales (pan, pasta, arroz) como mínimo al día dentro de una dieta equilibrada y variada. Controlar las grasas y las proteínas y aumentar el consumo de frutas, verduras, pescados, cereales integrales, legumbres y fibra.
El pan contiene poca grasa (1 gramo por cada 100 gramos de pan), por lo que es idóneo para aportar a nuestra dieta los hidratos de carbono que necesitamos. La ingesta de fibra es directamente proporcional a una prevalencia menor de diabetes o colesterol.
