El ciberasesor en materia de Internet y Menores de la Secretaría de Estado de Seguridad Ángel Pablo Avilés ha alertado de que el ciberacoso sexual se aprovecha de los "huérfanos digitales", en referencia a los menores que usan internet sin control paterno.
Avilés, que ha participado en el III Congreso Internacional de Cibercrimen que se ha celebrado en Málaga este martes, ha explicado a Efe que los "ciberdepredadores" acceden a lugares de la red donde saben que hay menores sin vigilancia. Su modo de actuar consiste en ganarse su confianza para, a continuación, introducir connotaciones sexuales en sus interacciones y, finalmente, obtener contenido sexual explícito con el que poder chantajearlos para que continúen enviando material.
"La pedofilia y la pederastia son disfunciones", aunque "para ellos es normal", ha indicado Avilés, que también ha advertido que estos criminales suelen valerse del anonimato que proporciona internet para cometer delitos.
No existe un perfil criminal de los ciberdepredadores, como sí ocurre con otros delincuentes, ha manifestado el experto, a lo que ha añadido que "puede ser cualquiera, desde un vagabundo hasta un policía".
Ha aconsejado que para prevenir estos casos es "fundamental la educación y la confianza", de modo que si el menor comete una imprudencia y hace algo que no debería, no se convierta por ello en víctima de abuso o acoso.
Más cibercrimen
El decano del Colegio de Abogados de Málaga, Francisco Javier Lara, ha señalado que las estadísticas indican "un constante incremento anual" de los ciberdelitos, especialmente los que tienen que ver con delitos sexuales relacionados con menores y los económicos, de manera que en cuatro años prácticamente se ha duplicado el número en España.
Así, ha asegurado que los datos del cibercrimen son "demoledores". Según el Observatorio Español de Delitos Informáticos, que analiza estadísticas del Ministerio del Interior, en 2017 --último año disponible-- se registraron 81.307 ciberdelitos en España. Andalucía, con 15.458, es la comunidad autónoma donde más se produjeron, por delante de Madrid (12.169) y de la Comunidad Valenciana (10.842).
"Las tecnologías han facilitado que la información viaje de manera instantánea, que se puedan cometer delitos desde cualquier rincón del planeta y que tenga consecuencias globales", ha declarado Lara, quien ha advertido de que la tecnología se modifica de manera más ágil que la legislación, por lo que es complicado adelantarse. En este punto, ha agradecido la asistencia a este congreso de un nutrido grupo del Cuerpo Nacional de Policía.
El decano ha opinado que en los próximos años desaparecerá la diferencia entre crimen y cibercrimen: "será una redundancia", ha explicado; al tiempo que ha manifestado que la tecnología "ya no es un medio para conseguir un fin, sino que es un entorno, un canal y a veces es incluso el objeto mismo del delito".
También ha participado el comisario principal-jefe provincial, Manuel Javier Peña Echeverría, quien ha explicado que, para combatir este tipo de delincuencia, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cuentan con brigadas de investigación tecnológica, que utilizan herramientas asociadas a la tecnología.
El comisario, que ha subrayado la importancia de la formación especializada, ha apuntado también otro cambio de comportamiento: "Nos encontramos ahora con delitos opacos y distantes, cuando generalmente el delincuente había sido visible y cercano", ha afirmado.