La provincia de Málaga registró el año pasado un total de 23 muertes, “muchas de las cuales, los investigadores relacionan con el tráfico de drogas”. Este dato se extrae de la memoria anual de la Fiscalía Superior de Andalucía.
Según lo recogido en este documento, en el caso de los delitos de tráfico de drogas, se produjo en 2019 un aumento de los procedimientos judiciales incoados en los juzgados malagueños, con 1.026 diligencias previas en Málaga, lo que supone un 12% más que el año anterior. Los escritos de acusación han sido 643.
Al respecto, se indica que en Málaga y Sevilla “se ha confirmado la existencia de numerosos grupos criminales relacionados con los clanes del Campo de Gibraltar que utilizan distintas localidades de estas provincias para dispersar la actividad delictiva a zonas alejadas de ese territorio”.
Especialmente, el ministerio público cita las localidades malagueñas de Manilva, Estepona y Marbella, “donde se han descubierto grupos dedicados a la ocultación y preparación de embarcaciones de alta velocidad, la infraestructura para su avituallamiento con combustible y suministro de pilotos y la descarga y guarda de la droga, fundamentalmente”.
“Derivado de todos estos tipos de criminalidad, en los que se mueve tanto dinero, surge la violencia entre las organizaciones, tanto las que se dedican al tráfico de hachís como al de cocaína y en los últimos años también al cultivo de marihuana”, señala la memoria de la Fiscalía de Andalucía.
Por todo esto, la Fiscalía indica que la droga que plantea los problemas más graves de criminalidad en el territorio andaluz es “indudablemente” el hachís y que la principal vía de entrada es la marítima por todo el litoral de la costa.
El pasado mes de septiembre se produjeron varias detenciones en Estepona y Marbella a raíz de operaciones contra el narcotráfico. En su huida, los narcos embistieron a vehículos de la Guardia Civil.
El Ministerio Público ya alertó de la lentitud de la instrucción, ante la falta de medios de los Juzgados y Tribunales, y la ausencia de un sistema procesal adecuado a este tipo de criminalidad.
Otro “gran caballo de batalla” que crece exponencialmente año a año es el cultivo de marihuana y, según la Fiscalía, Andalucía se ha convertido de forma definitiva en una zona de producción de este tipo de droga, para su comercialización a otros países, especialmente de Europa. “No hay provincia que no esté libre de este tipo de actividad”, recoge el Ministerio Público.
Otros delitos
Asimismo, cabe destacar que la Fiscalía de Málaga registró en 2019 un incremento del 15,9% en las investigaciones penales, pasando de las 419 diligencias iniciadas por los fiscales en 2018 a las 486 incoadas el año siguiente, según consta en esta memoria anual.
De dicho informe se desprende que la provincia malagueña se sitúa la tercera de la Comunidad andaluza, tras Sevilla y Cádiz, en diligencias de investigación iniciadas; mientras que es la primera en número de escritos de acusación emitidos por los fiscales, con 13.539 calificaciones.
En el caso de las diligencias de investigación por delitos contra el medio ambiente, en la memoria se precisa que se aprecia un cierto incremento en el número respecto al año anterior (143 en 2019 frente a 126 en 2018), apuntando que estas han dado origen a la mayoría de los procedimientos judiciales iniciados. Las calificaciones formuladas el año pasado fueron 105.
En cuanto a la siniestralidad laboral, se han iniciado 213 diligencias de investigación, frente a las 176 de 2018, de las que 18 han sido terminadas por denuncia y 205 archivadas, la mayoría por existir ya un procedimiento judicial en abierto y otras por no detectarse infracciones. Ocho continúan en trámite.
