Corría el
año 2016 cuando un
grupo de amigos con parálisis cerebral tomó la decisión de
crear un equipo de fútbol para acercar el deporte a personas en su misma situación. Esa ilusión del primer momento, de un proyecto que acaba de empezar, ha firmado este mes de junio
un sueño: ganar la Liga Nacional de Fútbol 7 de la FEDPC (Federación Española de Deportes de Personas con Parálisis Cerebral y Daño Cerebral Adquirido).
Se trata de
AMDDA (Andaluces Malagueños por la Diversidad y el Deporte Adaptado), que nació también con e
l objetivo de suplir la falta de un equipo de estas características en Andalucía y que ya se ha convertido en una gran familia a base de esfuerzo y superación personal, no solo de sus jugadores, también de su e
ntrenador, Juan Alberto Moreno.
El día a día
Esta f
amilia deportiva está formada por personas muy diferentes, “pero con algo en común: el amor hacia el balón. Quizás lo que lo hace diferente es su
rango de edad de 15 a 40 años, o sus diferentes síntomas, aunque cuando rueda el balón…, también es importante el que para muchos de ellos
el fútbol es su vida, como ellos dicen, y
nada le pone barreras a su ilusión, ganas, entrega. En definitiva, el fútbol puede ser una vía de escape, o un nexo en común con gente con tus mismas inquietudes”, explica a Viva Málaga el entrenador de AMDDA.
Como si de una escalada se tratase,
este club ha ido superando con éxito todas las barreras: se consolidaron en los playoff por el título con un cuarto puesto en la temporada 2018/2019, un subcampeonato en la de 2019-2020 y el ansiado campeonato en esta última temporada 2020/2021, algo que se consigue con “trabajo, trabajo y trabajo”.
Este entrenador, que afirma que
es un “orgullo” trabajar con su equipo, afirma que
suelen entrenar tres veces a la semana en el campo del club Olímpica Victoriana, en Fuente Olletas, entrenamientos que se unen a los partidos amistosos que intentan jugar semanalmente.
“No he estudiado nada orientado a personas con alguna limitación, porque
creo que todos mis jugadores son deportistas y es como los trato, además de que mis jugadores nunca han usado su condición como excusa”, afirma Moreno.
Desde que forman parte de este equipo,
las diferencias son “espectaculares a nivel físico”, evolución que también se nota en el plano psicológico. “Todo esto les ayuda más de lo que realmente somos conscientes, ya que la unión del vestuario es espectacular y eso les vale para dentro y fuera del campo”, detalla el entrenador, quien anima a todos a acercarse a un entrenamiento, pero sobre todo a personas con parálisis cerebral, a las que les diría que viva “la exigencia, el ambiente, la unidad, el compañerismo. La parálisis no limita tu vida; no dejes que lo haga”.
Con la
esperanza de que cada vez más personas conozcan el gran trabajo que hacen, echa la vista atrás a esta temporada que recién termina y recuerda cómo ha visto a sus jugadores llorar al perder la final, pero este año las lágrimas fueron de felicidad, “algo mágico, un sabor especial, que se completó con ganar en nuestra tierra”. Ya preparan la próxima temporada en la que anticipa que volverá a haber mucho trabajo.