El seísmo tuvo lugar a las 12.24 hora local (3.24 GMT) del domingo, con epicentro frente a la costa de la prefectura de Fukushima
Un terremoto de magnitud 5,8 sacudió hoy la prefectura nipona de Fukushima y la costa nororiental del Japón, sin que se emitiera alerta de tsunami ni se haya informado por el momento de daños en la zona.
El seísmo tuvo lugar a las 12.24 hora local (3.24 GMT) del domingo, con epicentro frente a la costa de la prefectura de Fukushima y a una profundidad de 30 kilómetros bajo el lecho marino, según informó la Agencia Meteorológica de Japón (JMA).
El terremoto alcanzó en esa prefectura una intensidad de cinco inferior en la escala nipona, de un máximo de siete y centrada en medir la agitación en la superficie y las zonas afectadas más que en la intensidad del temblor, y se dejó notar también en otras regiones de la costa oriental y del norte y el centro de Japón.
Las autoridades no han informado por ahora de ningún daño material ni de heridos provocados por el temblor, mientras que la empresa energética Tokyo Electric Power se encuentra analizando la situación en las centrales nucleares ubicadas en Fukushima, incluida la planta accidentada en 2011, según informó la cadena estatal NHK.
La compañía ferroviaria JR East suspendió momentáneamente el servicio de tren bala (Shinkansen) que une las estaciones de Fukushima y Miyagi, debido a un corte de luz, aunque la conexión volvió a funcionar tras resolverse la interrupción.
El seísmo tuvo lugar unas horas antes de la llegada prevista a Japón del presidente estadounidense, Joe Biden, quien aterrizará este domingo en una base aérea próxima a Tokio para una visita de tres días durante la cual se reunirá con el primer ministro nipón, Fumio Kishida, y participará en una cumbre del grupo Quad.
La prefectura de Fukushima se ha visto sacudida en fechas recientes por varios seísmos de intensidad considerable, entre ellos uno el pasado 16 de marzo de magnitud 7,4 y nivel 6 superior en la escala nipona.
Ese fuerte seísmo, el mayor en la zona desde el que desencadenó el devastador tsunami y la catástrofe nuclear de 2011, dejó cuatro fallecidos y más de 200 heridos, además de daños en infraestructuras, comercios y viviendas y cortes energéticos en gran parte del archipiélago -incluido Tokio- en las semanas posteriores.
Japón se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego, una de las zonas sísmicas más activas del mundo, y sufre terremotos con relativa frecuencia, por lo que sus infraestructuras están especialmente diseñadas para soportar los temblores.