Las regiones del sur ucraniano han vuelto a ser objeto de fuertes bombardeos rusos, especialmente Dnipropetrovsk, cercana a la península de Crimea, donde el último ataque del Klemlin ha causado al menos dos muertos y nueve heridos.
"Las fuerzas de ocupación rusas bombardearon Nikopol (en la región de Dnipropetrovsk) nuevamente anoche, disparando más de 30 proyectiles desde los sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple Grad", informaron este miércoles Yevhen Yevtushenko, jefe de la Administración Militar del Distrito y Valentyn Reznichenko, jefe de la Administración Militar regional.
Varias "casas fueron destruidas y dañadas, dos personas murieron y otras nueve resultaron heridas", agregaron los responsables, según las agencias locales.
El ataque se inició sobre las 02:42 de la noche del 19 al 20 de julio cuando, según Yevtushenko, "la ciudad de Nikopol estaba bajo fuego".
Reznichenko declaró más tarde que "la horda rusa no ha dejado de aterrorizar al distrito de Nikopol" y que "una zona residencial en Nikopol ha sido bombardeada deliberadamente con Grads. Se dispararon más de 30 cohetes", confirmó.
Seis de los heridos estos bombardeos permanece ingresados en centros hospitalarios, entre los que se incluyen cuatro niños, el más pequeño de tres años, quien se encontraba durmiendo cuando su vivienda fue bombardeada.
Aunque el Ejército ruso ha centrado su ofensiva en el este de Ucrania, en la región del Donbás, también ha continuado bombardeando algunas regiones del sur del país, donde ya controla varias zonas que ahora los ucranianos quieren recuperar tras lanzar una contraofensiva.
