Portavoces de Nissan han negado cualquier giro en la postura oficial de la empresa, que es despedir a 1.680 personas para afrontar la abrupta caída de ventas que está sufriendo el grupo, y sólo han reconocido “intensos contactos con la administración”.
El que el ERE de Nissan pase a convertirse en temporal se trata sólo de una posibilidad, que todavía no está cerrada y acordada y que sólo se ha apuntado en conversaciones informales.
En este sentido, no se conoce en qué grado el ERE pasaría a ser temporal y qué parte de los 1.680 trabajadores que Nissan calcula como excedente laboral dejarían la compañía por otras vías, tales como bajas incentivadas o prejubilaciones.