Para pedirle que se suspenda el retraso de la edad mínima de jubilación a 64 años
Los sindicatos franceses tienen intención de hablar de la reforma de las pensiones en la reunión a la que les ha citado a comienzos de la semana próxima la primera ministra, Élisabeth Borne, y de pedirle que se suspenda el retraso de la edad mínima de jubilación a 64 años.
"Hablaremos de pensiones, es evidente para nosotros", subrayó este miércoles el líder del primer sindicato del país, Laurent Berger, en una entrevista a la emisora France Info, en la que reiteró también su propuesta de buscar una mediación y de solicitar que se suspenda la principal medida de la reforma ya adoptada, el retraso en dos años de la edad mínima de jubilación.
Berger señaló que irá para "explicar por qué esta reforma es un callejón sin salida (...) y por qué hay que buscar una vía de salida" a la crisis social, y advirtió de que si la primera ministra no les dejaba discutir esa cuestión el riesgo es que los sindicatos se levanten y se vayan.
Borne invitó ayer a los sindicatos a un encuentro que, según el secretario general de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), podría celebrarse el lunes, el martes o el miércoles, y que no tiene un orden del día.
Pero horas antes, el portavoz del Gobierno, Olivier Véran, había rechazado la propuesta de una mediación con los sindicatos, con el argumento de que para hablar ambas partes no necesitan mediador.
También había rechazado la idea de reabrir las discusiones sobre la reforma porque ya está adoptada y ahora sólo se espera su validación por el Consejo Constitucional en las próximas semanas.
Esta mañana, el ministro de Transportes, Clément Beaune, insistió en que no se va a volver a tratar la ley de reforma de las pensiones que "la ha votado el Parlamento". Beaune señaló, en la emisora Europe 1, que "hay muchos otros temas de los que se puede hablar", incluidas las modalidades de aplicación de esa reforma, pero sin cuestionar su contenido.
La invitación de la primera ministra, en forma de correo electrónico, se formalizó ayer al término de la décima jornada nacional de movilización convocada de forma unánime por los ocho grandes sindicatos del país para exigir la retirada de la reforma de las pensiones.
Según el Ministerio del Interior, en las manifestaciones participaron 740.000 personas, es decir menos que los 1,1 millones que había calculado en la precedente jornada de movilización la pasada semana.
Berger estimó, por su parte, que en las protestas participaron entre 1,3 y 1,5 millones de personas, cifras que, aunque sean inferiores que algunas de las que se han dado las últimas semanas prueban que "sigue habiendo una profunda contestación, un profundo descontento". Se ha convocado una undécima jornada de protesta el jueves 6 de abril.
El líder de la CFDT recordó que su sindicato no niega que haya que equilibrar el sistema de pensiones, que es el principal argumento del Ejecutivo para justificar su reforma, pero considera que hay que hacerlo de otra forma, no con un retraso de la edad de jubilación.
Para Berger, la prioridad es aumentar la tasa de actividad de los trabajadores de más de 55 años, que es muy baja en Francia, y eso con medidas que obliguen a las empresas a no desembarazarse de ellos alegando que son menos productivos o que les salen muy caros.