El profesor de neurología pediátrica de la Universidad de California e investigador, Richard J. Haier, ha asegurado que los cerebros de hombres y mujeres consiguen los mismos resultados, si bien hay diferencias físicas, y ha recalcado que entender esas diferencias “llevará a una discriminación menor”.
En una entrevista con la Agencia Efe, el investigador del instituto MIND de Alburquerque (Nuevo México) ha querido dejar claro que el estudio de la inteligencia es parte de la ciencia.
La inteligencia, según ha explicado, no se encuentra sólo en la parte frontal del cerebro, sino que son muchas las áreas que trabajan conjuntamente, “es como una orquesta”, explica.
Haier, quien ha venido a España invitado por CosmoCaixa, el Museo de la Ciencia de la Fundación La Caixa en Madrid, ha señalado que la inteligencia tiene que ver con la “eficiencia” del cerebro.
En este sentido, ha explicado que él y su equipo, que trabajan con neuroimágenes, pusieron a distintas personas, que nunca lo habían hecho, a jugar al Tetris (un juego de ordenador en el que se tienen que ir encajando piezas con formas distintas).
Tras el primer día de juego, examinaron a estas personas, y se dieron cuenta de que para poder jugar hicieron uso de todas las áreas del cerebro, sin embargo, después de 50 días de entrenamiento y una mejora en el Tetris, el cerebro fue capaz de seleccionar qué zonas activar más y cuáles menos, lo que provocó una “mayor eficiencia”.
El investigador, quien ha indicado que el coeficiente intelectual es “constante y estable” a lo largo de la vida, ha especificado que hay distintos caminos en el cerebro para llegar al mismo punto.
No existen diferencias entre la inteligencia general entre sexos, pero sí características físicas en “la media” de los cerebros estudiados de hombres y mujeres que sí los distingue.
Por lo general, los hombres tienen un cerebro más grande y las mujeres más conexiones entre el hemisferio derecho e izquierdo.
“Lo que significa esto, aún no se sabe”, ha señalado Haier, quien ha dicho que “parece que la materia gris –centros de procesamiento de la información– es más importante para los hombres, y la materia blanca –conexiones entre los distintos centros– es más importante para las mujeres”.
La combinación de ambas materias, ya sea con más de una o de otra, da unos resultados iguales.
Este investigador ha relatado que, al menos, hay dos razones por las que hay tanta controversia cada vez que se habla de las diferencias cerebrales de mujeres y hombres.
Así, ha dicho que esto se debe a que cualquier diferencia puede ser utilizada, por algunos, para tratar de discriminar o justificar una discriminación. “En el pasado se ha hecho, ya que no hace mucho una parte de la sociedad pensaba que era una pérdida de tiempo educar a las mujeres”, ha recordado.
La otra razón es que en general “nos gusta poner el foco en conocer en qué somos parecidos”, pero no en qué “nos diferenciamos”, y cuando “estudiamos las diferencias hay personas que se incomodan”.
Para Haier, que lleva 20 años estudiando la inteligencia, entender estas diferencias podrá ayudar a comprender el cerebro, a cooperar en la rehabilitación cognitiva y a diagnosticar antes el alzheimer, entre otros beneficios.
“Hay muchas razones importantes y serias para tratar de entender estas diferencias” y, en su opinión, “el conocimiento de estas diferencias llevará a una menor discriminación, no a más”, en opinión de Haier.