La ciudadanía española residente en el exterior supera por primera vez la cifra de 1,2 millones de personas, según datos ofrecidos por el Censo Electoral de Españoles Residentes en el Extranjero (CERA), presentados ayer por la Secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, en el transcurso de un acto en el que prometió que las ayudas del Gobierno a los emigrantes españoles “permanecerán estables”.

Durante la inauguración de la Jornada Conmemorativa del Día Internacional de las Migraciones en la sede de la Secretaría de Estado, Rumí destacó la importancia de esta fecha, ya que celebra un fenómeno que “ha marcado la historia de España en sus dos vertientes” y recordó a los españoles que también tuvieron que abandonar el país en busca de mejores oportunidades. 

“Los españoles contrajimos una deuda con la inmigración, llevamos el fenómeno pegado a nuestra experiencia vital”, añadió.

Asimismo, subrayó la importancia de que las políticas públicas canalicen el fenómeno de forma eficaz, ya que “desde hace década y media España es el destino favorito de los flujos migratorios”. 

A pesar de lo cual, para Rumí, es una situación con un claro “impacto positivo” para España, debido al aporte del colectivo para la consolidación del bienestar social y del enriquecimiento cultural.

En este sentido, Rumí hizo hincapié en las múltiples acciones llevadas a cabo por el Gobierno de Zapatero dirigidas a la “plena integración” del colectivo en España y al “entendimiento” con el conjunto de la sociedad, entre las que destacó la reforma de acceso a la nacionalidad, una mejora que, según la secretaria de Estado, “destierra agravios e injusticias históricas, a la par que trae muchos beneficios”.

Por otra parte, enumeró las medidas que hacen posible que ésta sea la etapa “más fructífera” para los emigrantes. 

“La propia creación de esta Secretaría de Estado y medidas como la modificación de los órganos de participación para los residentes en el exterior son algunos logros”, sentenció Rumí.