Varias tribus suníes, fuerzas revolucionarias y partidos políticos yemeníes calificaron en las últimas horas de "golpe de Estado" la toma del poder ayer por el movimiento de los hutíes, que disolvió el Parlamento y formará un Consejo Presidencial.
Entre las más duras reacciones al acta constitucional emitida ayer figura la de los clanes suníes de la provincia septentrional de Mareb, que es estratégica por ser rica en petróleo y poseer la mayor central eléctrica del Yemen.
"No reconocemos la declaración (constitucional) hutí. Los hutíes no entrarán en la provincia sean cuales sean los sacrificios", advirtió en declaraciones a la prensa local el jeque Ahmed bin Wahat.
Wahat, al mando de miles de hombres armados que están desplegados en las entradas de Mareb desde hace más de dos meses, subrayó que "las tribus han reforzado sus posiciones".
Por su lado, el Consejo de Jóvenes de la Revolución, que encabezó las multitudinarias protestas contra el régimen de Ali Abdalá Saleh en 2011, expresó también su rechazó en un comunicado difundido anoche.
En la nota consideró que "la capital del país está ocupada por milicias armadas sectarias que usurparon el poder y socavaron el Estado yemení".
Por ello, instaron al pueblo a la unidad y a luchar contra el control de las milicias hutíes, que dominan desde hace meses siete provincias del país, incluida Saná.
La premio Nobel de la Paz yemení, Tawakol Karman, que está en el exilio en Estambul de forma voluntaria desde que los hutíes entraron en Saná el 21 de septiembre, también pidió en su cuenta de Facebook a los yemeníes "repudiar el golpe y combatirlo hasta derrocarlo y liberar la ocupada Saná".
A su juicio, "todas las medidas que emita la autoridad golpista hutí carecen de validez y legitimidad, por lo que no son obligatorias para las demás provincias".
El salafista Partido Al Rashad aseguró por su parte que este paso "limita el poder y el proceso político a un componente específico (hutí) sin tener en cuenta a los demás grupos políticos y sociales del Yemen".
La Organización Naserista señaló ante la prensa que la declaración constitucional ha sido "un golpe total contra la legitimidad y el consenso, con el objetivo de apoderarse de la autoridad".
Los principales partido yemeníes, como el de la Reforma (suní), el Congreso Popular General, liderado por Saleh; y el Socialista, hasta ahora no se han pronunciado sobre la medida anunciada por los hutíes.
El acta constitucional estipula la formación del Consejo Nacional Provisional, que sustituirá al Parlamento y que será el encargado de establecer un Consejo Presidencial, de cinco miembros, que designará a su vez un Gobierno interino de tecnócratas.
El Consejo Presidencial y del Gobierno interino -supeditados a la jefatura de los hutíes- tendrán un mandato de dos años, tiempo en el que tendrán que ser convocadas elecciones presidenciales y parlamentarias.
La expansión militar de los hutíes, que ya se enfrentaron a las autoridades en 2004 y 2010, provocó la renuncia del presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, y del Gobierno el pasado 22 de enero.