Zapatero participó en un mitin del PSOE para las elecciones europeas en Barakaldo que coincidió con la celebración de la Fiesta de la Rosa de los socialistas vascos, junto al lehendakari, Patxi López, en su primer acto en el País Vasco después de los comicios vascos del 1 de marzo.
Quiso proclamar en este marco que López tendrá todo su apoyo para erradicar la violencia y para hacer que el País Vasco sea reconocido por su capacidad de convivir, y no como una tierra “secuestrada en dogmas de la historia que nunca tuvieron razón de ser, y menos secuestrada por los violentos, que manchan el nombre de Euskadi cada vez que hablan, cada vez que disparan y cada vez que amenazan”.
“Que no tengan que tardar más tiempo para tener que reconocer ese gran error histórico, lamentable, atroz, ignominioso, que han sido décadas de violencia, de muerte y de asesinatos”, reclamó Zapatero, con el deseo de que acabe “cuanto antes”.
A este respecto, lanzó un aviso a los violentos: “O acaban cuanto antes, o vamos a acabar nosotros cuanto antes con toda la violencia”.
“Que abandonen ya la violencia de una vez y para siempre” les ha pedido a los terroristas ante las cerca de 6.000 personas que han asistido a esta comida-mitin de los socialistas, después de garantizar que él no va a fallar ni a López “ni a la inmensa mayoría de vascos que quieren respetar su identidad y acabar con la violencia y ganar la paz y la libertad definitiva para esta tierra”.
Por eso, a los violentos, que “cada vez son menos”, volvió a decirles que “su tiempo ha terminado” y que “Euskadi esta harta, harta, harta" de la violencia, del crimen y de la coacción, y quieren un siglo XXI “en paz y libertad”.
Y recordó que los socialistas han sabido estar “en todas las circunstancias”, sirviendo al País Vasco “en defensa de las libertades y de los derechos”, que lucharon “contra todo tipo de dictaduras y de totalitarismos” y que “siempre” han derrotado a los que practican y defienden la violencia.
En una intervención muy emotiva, en la que Zapatero ha confesado que en las elecciones vascas se llevó “una alegría casi mayor” que cuando él ganó en los comicios generales de 2008, aseguró que “lo más importante” a lo que ha contribuido, “lo más trascendente”, es a que Patxi López sea lehendakari.
Se ha mostrado además “extraordinariamente orgulloso” de López y de que sea un lehendakari que gobierna “para los nacionalistas y para los no nacionalistas, para el euskera y para el castellano, para Euskadi y para España” y que “sabe tener un rumbo fijo: el de la unidad de todos los vascos, de todos los demócratas”.
Convencido de que con López en la Lehendakaritza ésta será “la mejor” Euskadi de la historia, Zapatero defendió el proyecto de integración y de respeto a las identidades del PSE.
También se dirigió al PNV y fue para solicitarle que, al menos, tenga un “comportamiento parecido” en la oposición al que “siempre mantuvo el PSE” cuando gobernaban los nacionalistas, porque eso es “lo exigible”.
Consciente de “lo que representa” el PNV en la sociedad vasca, Zapatero ha tendido la mano para alcanzar un País Vasco de convivencia, integrador y de pluralidad.
Una meta que “hay que hacer con todos y, por supuesto, también con el PNV, aunque esté en la oposición”.
“No olvidaré nunca esta Fiesta de la Rosa”, concluyó Zapatero.