El presidente venezolano, Nicolás Maduro, admitió hoy hechos de corrupción en el sistema estatal de urgente distribución de medicinas y que funcionarios gubernamentales acentuaban la escasez desviando productos al llamado "mercado negro" ilegal.
"Se nos creó una mafia interna; estaban falsificando los récipe (recetas médicas) y así robando las medicinas para el bachaqueo (contrabando) en la calle. ¿Cómo se llama eso? ¡Traición a la confianza, una puñalada!", manifestó en una alocución televisada.
Maduro creó en 2014 el llamado "Sistema 800 Salud" para la solicitud telefónica y entrega inmediata de medicinas a domicilio, "un sistema de emergencia" que ha permitido atender "a casi 300.000 compatriotas", reveló.
Sostuvo que ese es solo un ejemplo de prácticas de corrupción detectadas en las estructuras gubernamentales, algo que dijo "es normal" en el capitalismo, pero no en el sistema socialista al que se encamina la llamada revolución bolivariana, como llamó su gestión presidencial su mentor y antecesor Hugo Chávez (1999-2013).
"Se nos infiltra la corrupción. Un capitalista diría que eso es normal (...); no podemos nosotros acostumbrarnos a que por todos lados se nos meta el parásito, el parasitarismo, la especulación, el bachaquerismo, el robo, el ladronerismo. No podemos aceptar que sea normal lo que destruye a la patria", subrayó el gobernante.
"Yo sufro mucho con esto, déjenme decirle -prosiguió-, cuando veo que se nos pudre alguien por aquí, se nos pude alguien por acá".
Para Héctor Navarro y Jorge Giordani, ministros de Educación y Planificación durante buena parte de la gestión de Chávez y ahora distanciados de Maduro, la crisis económica que actualmente afecta al país obedece en buena parte a la corrupción y a la impunidad.
El presidente del opositor partido democristiano COPEI, Roberto Enríquez, demandó la semana pasada que se discuta su proyecto de Ley de Repatriación de Capitales que permitiría echar mano de aparentes depósitos ilegales de venezolanos en diversos bancos del exterior.
Directivos del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) calcularon el año pasado, recordó Enríquez, que en diferentes bancos del mundo hay depósitos de venezolanos por unos 350.000 millones de dólares "de dudosa procedencia".