Pekín y otras 21 ciudades del norte y el centro de China amanecieron hoy con centenares de fábricas cerradas, límites al tráfico y recomendaciones en contra de actividades al aire libre al estar en alerta roja por contaminación.
Una densa capa de esmog cubre la capital china, así como las provincias de Hebei, Shandong y Henan desde el mediodía de este viernes y se espera que se mantenga hasta el próximo miércoles 21, según el Centro Meteorológico Nacional, lo que ha provocado que muchas ciudades emitan sus máximas alertas por polución atmosférica.
Se trata de las primeras alertas rojas de esta temporada invernal y fueron decretadas por la larga duración de este episodio de contaminación, en el que se espera que la visibilidad pueda llegar a reducirse por momentos hasta los 500 metros.
Además de la capital china, otras ciudades como Tianjin y las capitales provinciales de Shijiazhuang (Hebei), Taiyuan (Shaanxi) y Zhengzhou (Henan) activaron este viernes alertas rojas de cinco días.
En Pekín, la concentración de partículas PM2,5 (inferiores a 2,5 micras, las más pequeñas y perjudiciales para la salud) oscilaban a las 11.00 hora local (03.00 GMT) entre los 56 microgramos por metro cúbico en algunas zonas de las afueras y los 439 de otros suburbios industriales, según la Oficina de Protección Medioambiental local.
El medidor de la Embajada de Estados Unidos en China, situado en pleno núcleo urbano y que difunde sus resultados a través de un perfil de Twitter, anunciaba una concentración de 101 microgramos por metro cúbico de partículas PM2,5 a esa hora.
La Organización Mundial de la Salud considera dañina la exposición durante 24 horas a concentraciones de más de 25 microgramos por metro cúbico.
Este viernes, los niveles de PM2,5 rozaron en Pekín los 300 microgramos por metro cúbico, lo que hizo que las autoridades locales adelantaran cuatro horas el inicio de la alerta roja, previsto inicialmente para las 20.00 hora local (12.00 GMT), con lo que activaron toda una serie de medidas restrictivas.
A consecuencia de la alerta roja, sólo la mitad de los vehículos puede circular por las carreteras de la capital china hasta el próximo miércoles, y se alternarán diariamente los que tengan matrículas pares e impares.
También se decretó el cierre temporal de las fábricas más contaminantes y la paralización temporal de las obras para evitar que desprendan polvo.
Quedan prohibidas, asimismo, las hogueras y barbacoas en el exterior, algo que afecta especialmente a los numerosos puestos de comida callejera y que provocó el mayor número de sanciones por incumplimiento de la normativa, casi 400 en las primeras horas de la alerta roja en Pekín, según la agencia oficial de noticias Xinhua.
Las autoridades locales autorizaron a escuelas de educación primaria e intermedia y a las guarderías a suspender sus clases si lo consideran necesario y se espera que, entre el lunes y el miércoles, muchos centros educativos cierren sus aulas.
Todas estas iniciativas se acompañan de recomendaciones a los ciudadanos de permanecer, en la medida de lo posible, en espacios cerrados.