El supuesto autor del atentado del viernes con un camión en Estocolmo, un solicitante de asilo uzbeko que tenía una orden de expulsión, ha confesado su culpabilidad y su pertenencia al Estado Islámico (EI), informaron hoy medios suecos.
"He atropellado a infieles", ha declarado el detenido, quien dijo haber recibido órdenes directas del EI desde Siria y reclamó el cese de los bombardeos en ese país, según el tabloide "Aftonbladet", que no cita fuentes.
Tanto ese como el otro tabloide sueco, "Expressen", identifican al detenido como Rakhmat Akilov, de quien las autoridades solo confirman que había llegado al país en 2014 y que tras ser rechazada su solicitud de asilo dos años después, tenía una orden de expulsión y era buscado por la policía desde finales de febrero.
Akilov tenía una dirección postal en un piso en el norte de Estocolmo, pero según los tabloides vivía en realidad en un suburbio en la zona sur en un apartamento con otros compatriotas en el que la policía realizó un registro y detuvo a varias personas el sábado.
Allí pasó las horas previas al atentado y se conectó con su móvil a una red inalámbrica, según "Aftonbladet".
Los tabloides suecos apuntan también a que Akilov, que el último año trabajó para una empresa de saneamiento, había realizado labores de reconocimiento antes del atentado, en el que arrolló con un camión a una multitud en una zona peatonal de la capital.
La policía ha confirmado que anoche se realizó un registro en Sollentuna, en la zona sur de la región de Estocolmo.
La acción se desarrolló en una firma de saneamiento vinculada con el sospechoso, ya que estuvo empleado para una subcontrata suya varios meses y realizó después una entrevista de trabajo que no prosperó, reveló a "Expressen" el propietario de la empresa.
Del número indeterminado de personas que han sido retenidas estos días en relación con las distintas operaciones policiales en el área de Estocolmo solo dos permanecen ahora detenidas, el sospechoso y otra contra la que ayer se presentaron cargos, informó hoy un portavoz a la televisión pública SVT.
Las estaciones de metro y las calles de la capital continuarán con presencia policial reforzada durante Semana Santa, al igual que otras zonas estratégicas del país.
Las cuatro víctimas mortales del atentado han sido identificadas como dos ciudadanos suecos, un británico y un belga, aunque las autoridades no han dado más datos por respeto a los familiares.
Medios suecos apuntan a que uno de los muertos es una niña en edad escolar que había hablado por teléfono con su madre pocos minutos antes del atentado.
De las nueve personas que permanecen hospitalizadas, dos se encuentran aún muy graves en cuidados intensivos, informaron hoy las autoridades sanitarias.