Este experto, director del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, aseveró que es “absurdo” hacer el estudio de una fosa en la que hay restos de varias personas “sin saber quién es quién”.
Estas declaraciones se producen después de que la consejera de Justicia y Administración Pública, Begoña Álvarez, anunciara anteayer que la Junta de Andalucía sólo identificará genéticamente los restos de las personas enterradas en esta fosa si sus familiares lo han solicitado, lo que dejaría fuera los del poeta granadino, cuyos descendientes siempre se han mostrado contrarios.
Sin embargo, Botella explicó que antes de llevar a cabo las pruebas de ADN, los restos deben ser sometidos a distintos exámenes que permitan agrupar los huesos de cada víctima y concretar a cuál de ellas pertenecen.
Así, el profesor detalló que nada más abrir la fosa, un equipo integrado por arqueólogos y antropólogos deberá trabajar “sobre el terreno” en la “individualización” de los restos, ya que lo normal en este tipo de hechos violentos es que estén mezclados y fracturados.