A pesar de la dimisión ayer del primer ministro jordano, Hani al Mulki, miles de personas han vuelto a manifestarse durante la noche en varias partes del país en contra de las políticas económicas del Gobierno y de la reforma tributaria que forzó la renuncia del jefe del Ejecutivo.
Miles de manifestantes se concentraron en las cercanías de la sede del Gobierno, en el barrio de Yabal Amman, de la capital jordana, donde han acudido cada noche desde el pasado miércoles, pero la policía les impidió que alcanzaran el edificio oficial.
También se registraron protestas en otras ciudades destacadas del país, donde los manifestantes pidieron no sólo el cambio del primer ministro sino la formación de un gobierno de salvación nacional.
También el Consejo de Sindicatos, que ha liderado las protestas en contra de la reforma tributaria, aseguró que seguirá adelante con la huelga convocada para mañana, miércoles, después del exitoso paro de 24 horas de la semana pasada.
"Es importante cambiar el planteamiento y no sólo las personas", dijo el presidente del órgano sindical, Ali al Obous.
La nueva ley pretende mejorar la administración tributaria y aumentar el número de contribuyentes en un 6 %, rebajando el umbral de ingresos exigido para pagar el impuesto sobre la renta, en el marco de las medidas dictadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reducir el déficit estatal.
Por su parte, el rey Abdalá II de Jordania ha expresado su "orgullo" y "honor" por la forma "civilizada" en la que los jóvenes han protestado en las calles "lo cual refleja su deseo de tener un futuro mejor".
En declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias, Petra, el monarca aseguró que "los ciudadanos tienen derecho a protestar", reiterando su apoyo a las manifestaciones.
En una reunión con los directores de los principales periódicos del país, Abdalá II destacó que Jordania ha hecho frente a "una difícil situación económica y regional inesperada sin un plan para abordar este reto".
El monarca jordano criticó a algunos responsables gubernamentales y les pidió que asuman sus responsabilidades: "Quien no puede desempeñar su labor debe renunciar al cargo".
El rey tendrá que designar a un nuevo primer ministro y el elegido sería al actual Ministro de Educación, Omar al Razaz, al cual está previsto que Abdalá II pida hoy formar un nuevo gobierno.