Un estudiante mató hoy a 19 personas y dejó heridas a más de 40 en la ciudad de Kerch, en la península de Crimea, en un ataque con bomba y arma larga contra el instituto en el que estudiaba, tras lo cual se quitó la vida de un disparo, según el Comité de Instrucción de Rusia (CIR).
Los hechos se produjeron poco antes del mediodía local en el Instituto Politécnico de Kerch, uno de los centros educativos más prestigiosos de la ciudad.
El autor del ataque, identificado como Vladislav Rosliakov, de 18 años, llegó al centro con dos mochilas y pertrechado de una escopeta de repetición.
La portavoz del CIR, Svetlana Petrenko, declaró que la identidad del atacante se determinó con ayuda de imágenes captadas por las cámaras de videovigilancia del instituto.
"Su cuerpo, con herida de bala, fue hallado en una de las dependencias del instituto. A juzgar por la escena del crimen, la investigación considera que el joven disparó contra las personas que se hallaban en el instituto y luego se suicidó", dijo Petrenko.
Según la televisión rusa, varios compañeros de Rosliakov aseguraron que este era un muchacho tranquilo y retraído.
De momento, las autoridades no han adelantado ninguna hipótesis sobre los posible motivos del estudiante para perpetrar la matanza, pero sí han surgido preguntas sobre cómo obtuvo la licencia para comprar una escopeta de caza.
"Nunca pensé que gente tan joven pudiera hacerlo (comprar armas). Hay que aclarar cómo lo hizo porque debió de haber pasado exámenes médicos, psicológicos", señaló la defensora del menor de Crimea, Irina Kliuyeva.
De acuerdo con las informaciones ofrecidas por el CIR, tras llegar al instituto Rosliakov comenzó a disparar contra alumnos y profesores y, cuando ya no le quedaba munición, detonó una bomba de fabricación casera y se quitó la vida.
"Salimos al patio interior del Politécnico y en cosa de un minuto todo estalló. Volaron los cristales y se oyeron disparos. Eché a correr y vi cómo caían los chicos. Había sangre por todos lados", narró Margarita, una estudiante, a la emisora de radio Business FM.
Inmediatamente después de la explosión de la bomba, cuando las noticias sobre la tragedia en el instituto de Kerch eran aún confusas, las autoridades rusa incoaron un proceso penal por atentado terrorista, que más tarde modificaron por otro de asesinato de dos o más personas.
Poco después de que se informara de la explosión en el instituto, el senador Franz Klintsevich alertó de que Ucrania podría estar detrás de ella.
"Pudieron ser estructuras oficiales o nacionalistas desaforados, que por su odio a Rusia son capaces de todo", manifestó el senador, citado por la agencia RIA Nóvosti.
Por el contrario, la presidenta de la cámara alta, Valentina Matvienko, instó a "no sacar conclusiones apresuradas ni a buscar ni crear enemigos".
El jefe de la república de Crimea, Serguéi Axiónov, decretó tres días de duelo en todo el territorio de la península, anexionada por Rusia en marzo de 2014.
"Todos los heridos están recibiendo asistencia a alto nivel. En los hospitales fueron ingresadas 35 personas de las cuales 8 se encuentran graves", detalló Axiónov en declaraciones al canal de televisión Rossía 24.
Aunque las autoridades locales aseguraron que cuentan con todos los medios para atender a los heridos, el Ministerio para Situaciones de Emergencia de Rusia envío a Crimea un avión con equipos de médicos y psicólogos especializados en situaciones de crisis.
El presidente del CIR, Alexandr Bastrikin, prometió que los investigadores adoptarán "medidas exhaustivas para establecer las causas de lo ocurrido y las circunstancias que llevaron a esta tragedia".
Mientras, el Gobierno anunció que próximamente presentará un proyecto para reforzar las medidas de seguridad en los centros educativos.
El viceministro de Educación Andréi Nikoláyev indicó que estas medidas ya se debaten en el Gabinete de Ministros y se refieren tanto a la seguridad física como informativa de los alumnos.