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Decenas de miles de afectados por el ciclón Idai esperan asistencia

Ha bajado el nivel del agua, en dar asistencia a las decenas de miles de damnificados por una tragedia con ya casi 700 muertos

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  • Mozambique y Zimbabue. -

El rescate ya no es una prioridad en las zonas de Mozambique y Zimbabue afectadas por el ciclón Idai, y las organizaciones internacionales y nacionales se vuelcan ahora, que ha bajado el nivel del agua, en dar asistencia a las decenas de miles de damnificados por una tragedia con ya casi 700 muertos.

"Ya han pasado muchos días. Las personas que deberían haber sido rescatadas con urgencia, ya lo fueron. Puede haber todavía algunas situaciones de rescate esporádicas, pero ya no es la prioridad número uno", explicó a Efe el portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Saviano Abreu.

Los equipos de asistencia se vuelcan ahora en llevar alimentos, medicinas, agua potable, sistemas de saneamiento y materiales para poder proporcionar refugio a las casi 770.000 personas hasta el momento afectadas de forma directa por la tragedia.

En Mozambique, el país más afectado por Idai y donde el ciclón tocó tierra el 14 de marzo, el nivel de agua ha comenzado a bajar y por primera vez este domingo se está pudiendo acceder a zonas adonde toda esta semana solo se ha podido llegar por vía aérea.

"El nivel de asistencia humanitaria va a aumentar a partir de ahora porque tendremos más capacidad de llegar a las personas que lo necesitan", explicó Abreu en una conversación telefónica desde Beira, una de las ciudades más afectadas por el ciclón y que ha quedado destrozada al 90 %.

Por el momento, el ciclón ha dejado 600 muertos (446 en Mozambique y 154 en Zimbabue), a los que se suman los 56 fallecidos que Idai causó en Malaui cuando todavía era una tormenta tropical.

Según datos del Gobierno de Mozambique, más de 3.100 escuelas, a las que acudían 90.000 estudiantes, han quedado destrozadas, más de 33.500 viviendas están completa o parcialmente destruidas, y se han perdido 500.000 hectáreas de cultivos que estaban a punto de ser cosechados.

Las tareas de los organismos nacionales e internacionales se centran en el reparto de comida y en evitar enfermedades graves que suelen desencadenarse cuando el agua se estanca, como el cólera y la malaria.

Hasta el momento, y según la OCHA, no hay ningún caso confirmado de cólera, una infección tratable que causa innumerables muertes por deshidratación.

En el vecino Zimbabue, adonde llegó el 15 de marzo el ciclón, helicópteros privados y de las fuerzas áreas distribuyen sin pausa comida a las comunidades de Chimanimani y Chipinge, los dos distritos del este del país más afectados.

Las misiones de valoración estiman que el 37 % de la población de Chipinge y el 77 % de Chimanimani necesitan comida de urgencia.

Lynne James, una voluntaria que ayuda a cargar comida y kits de supervivencia en los helicópteros en Wengesi, una localidad a unos 80 kilómetros de Chimanimani, dijo a Efe que los zimbabuenses estaban siendo "increíblemente generosos" con las contribuciones.

"Hay personas trayendo todo lo que tienen. Ver a gente trayendo platos, cubos y algunas bolsas de formulados de maíz o lo que sea que tengan es increíble", explicó esta voluntaria en conversación telefónica con Efe desde esa zona.

En torno al 95 % de las carreteras de Chimanimani y las áreas vecinas han quedado dañadas o destrozadas por la tormenta, por eso, se están produciendo llamadas para que todo aquel con un todoterreno se presente voluntario para llevar ayuda a las comunidades afectadas.

Médicos Sin Fronteras explicó que uno de sus equipos tuvo que andar 12 kilómetros este sábado con material médico para llegar a comunidades remotas de Chimanimani.

Además, el Gobierno alertó hoy del peligro de varias presas que se habían "debilitado", una de ellas próxima a Mozambique y cuyo colapso podía significar una riada hacia la provincia mozambiqueña de Manica, ya de por sí muy perjudicada por el ciclón.

Las presas ya son seguras, según declaró el Ministerio de Información, gracias a la acción rápida de varios organismos.

El ministro de gobierno local, July Moyo, dijo que en algunas áreas el problema ya no era buscar a desaparecidos, que el Ejecutivo estima en 187, sino los "hogares que han sido destruidos".

La ONU ha calificado el desastre causado por Idai como una emergencia de nivel 3, una categoría que ahora mismo en el mundo solo tienen las emergencias humanitarias en Siria y el Yemen. 

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