En un auto notificado ayer, el tribunal considera –como ya hiciera el juez Santiago Pedraz– que los hechos ocurridos el pasado 13 de mayo en el estadio de Mestalla cuando el Rey accedió al palco y sonó el himno “no son ejemplo ni de educación ni de civismo”, pero que “no se está en presencia de una conducta injuriosa en los términos descritos en el Código Penal para con el Jefe del Estado”.
La pitada realizada por parte de las aficiones del Athletic Club de Bilbao y del Fútbol Club Barcelona tampoco constituye, en opinión de los magistrados, un delito de ultrajes a España o uno de “apología del odio nacional”.
“Este tribunal entiende que no encaja en los preceptos penales denunciados el comportamiento más que desagradable que hubieron de soportar los monarcas y todo aquel que no compartiera lo que estuviera aconteciendo”, añade la resolución.
La Audiencia Nacional señala que “tampoco el hecho de colocar una pancarta diciendo adiós España, a la par que se exhibía una bandera catalana independentista, es una afrenta en términos delictuales.