La ONU calcula que hay más de un millón y medio de afectados en toda el área y señala que es especialmente preocupante la situación de colectivos vulnerables
La cifra de fallecidos tras el paso del ciclón Idai por el sureste de África asciende ya al menos a 741, con 501 registrados sólo en un país, Mozambique, el más afectado, según los últimos datos facilitados este domingo por las autoridades locales.
En Mozambique, además, se han confirmado ya 273 casos de cólera, con la gran mayoría (271) localizados en la zona de la localidad de Beira (centro), epicentro del desastre meteorológico.
A ellos se suman otros 2 contagios en el distrito de Nhamatanda (al oeste de Beira), confirmó este sábado el director nacional de Asistencia Médica mozambiqueño, Ussene Isse.
En total, este país acumula 501 fallecidos y casi 840.000 afectados, de acuerdo al último informe de situación publicado este domingo por el Instituto Nacional de Gestión de Calamidades (INGC).
Sumados los 181 muertos que Idai dejó en el vecino Zimbabue y los 59 de Malaui (de acuerdo a datos de la Organización de Naciones Unidas), el balance total de víctimas mortales tras el paso de este ciclón tropical por el sureste de África alcanza los 741.
La ONU calcula que hay más de un millón y medio de afectados en toda el área y señala que es especialmente preocupante la situación de colectivos vulnerables, como las decenas de miles de mujeres embarazadas de la zona.
Idai tocó tierra cerca de Beira el 14 de marzo y al día siguiente se movió hacia Zimbabue, si bien, antes de llegar a Mozambique, ya había azotado a Malaui como tormenta tropical.
La zona central mozambiqueña se encuentra devastada y frenar el avance del cólera y la posible expansión de otras enfermedades se ha convertido en una de las principales prioridades de los servicios de emergencia y de los equipos de ayuda humanitaria.
Aunque la situación está mejorando y está llegando cada vez más comida y ayuda humanitaria, todavía quedan numerosas comunidades a las que es imposible acceder porque lo pantanoso del terreno no permite que aterricen los helicópteros.
La presencia de agua contaminada, junto a la falta de agua potable y en muchas zonas de los productos necesarios para su purificación, ha propiciado la aparición del cólera.