El brote de ébola que azota el noreste de la República Democrática del Congo (RDC) ha provocado 1.343 muertos y 2.008 contagios desde que se declaró en agosto del año pasado, según los últimos datos divulgados por el Ministerio de Sanidad.
En un informe facilitado a Efe con cifras vigentes hasta el pasado 2 de junio, las autoridades precisaron que, de los 1.343 muertos, 1.252 dieron positivo en pruebas de laboratorio y el resto son probables.
"La barrera de los 2.000 casos se superó el domingo, 2 de junio de 2019", destacó el Ministerio de Sanidad, al precisar que, del total de casos de contagio, 1.914 están confirmados en el laboratorio.
Pese a alcanzarse ese hito, las autoridades matizaron que en las últimas semanas se han producido hechos "positivos", como una "ligera mejora de la situación de seguridad", pues en el último mes se han reducido los ataques contra centros de tratamiento del ébola.
"Con todo -puntualizó-, la situación de seguridad sigue siendo inestable e imprevisible".
Otro dato positivo es la "contención geográfica de la epidemia", ya que el brote "sigue contenido geográficamente, protegiendo al resto del país y los países vecinos".
"Hasta la fecha, ningún caso de ébola ha cruzado las fronteras de la República Democrática del Congo y la epidemia no se ha extendido a los centros urbanos principales con más riesgo", subrayó el Ministerio, que, no obstante, advirtió de que "el riesgo continúa siendo alto dado el importante movimiento de la población".
Tras conocerse esta cifras, el Comité Internacional de Rescate (IRC, en sus siglas en inglés) señaló que, después de declararse el brote el 1 de agosto de 2018, pasaron 224 días para llegar a los 1.000 casos el pasado 24 de marzo.
Ahora, "sólo han pasado 72 días para alcanzar los 2.000 casos", lo que demuestra que "la epidemia se está propagando con mayor rapidez cuando debería estar ralentizándose", alertó esta organización de asistencia humanitaria.
"Como la violencia y la inseguridad siguen obstaculizando las operaciones diarias y la desconfianza impide que las personas busquen atención (medica), es probable que estas cifras sean un cálculo bajo y no una imagen realista de la cantidad de casos que existen", agregó el IRC.
Este brote -el más letal de la historia de RDC y el segundo del mundo por muertes y casos, tras la epidemia en África Occidental de 2014-, se declaró el pasado 1 de agosto en las provincias de Kivu del Norte e Ituri.
Sin embargo, el control de la epidemia se ha visto socavado por el rechazo de algunas comunidades a recibir tratamiento y la inseguridad en la zona, donde operan grupos armados y milicias rebeldes que han atacado centros de atención a pacientes de ébola.
Desde el pasado 8 de agosto, cuando comenzaron las vacunaciones, más de 129.500 personas han sido inoculadas, en su mayoría en las ciudades de Katwa, Beni, Butembo, Mabalako y Mandima, según las últimas cifras publicadas por el Ministerio de Sanidad.
El brote de ébola más devastador a nivel mundial fue declarado en marzo de 2014, con casos que se remontan a diciembre de 2013 en Guinea-Conakri, país del que se extendió a Sierra Leona y Liberia.
Casi dos años después, en enero de 2016, la Organización Mundial de la salud (OMS) proclamó el fin de esa epidemia, en la que murieron 11.300 personas y más de 28.500 fueron contagiadas, cifras que, según esta agencia de la ONU, podrían ser conservadoras.
El virus del ébola se transmite a través del contacto directo con la sangre y los fluidos corporales contaminados, provoca fiebre hemorrágica y puede llegar a alcanzar una tasa de mortalidad del 90 % si no es tratado a tiempo.