El afroamericano George Floyd, cuyo asesinato a manos de policías provocó masivas protestas raciales en Estados Unidos, alertó unas 20 veces a los agentes que le mataron de que no podía respirar, según una transcripción policial hecha pública este miércoles.
La transcripción sale de la cámara corporal de Thomas Lane, uno de los cuatro policías imputados en el caso y cuya defensa está intentando que se archiven los cargos en su contra al señalar al principal acusado, Derek Chauvin, de la muerte de Floyd.
Hasta ahora, los últimos minutos de vida de Floyd se conocían gracias a los vídeos grabados por transeúntes, pero el documento aportado por Lane muestra la escena, ocurrida el 25 de mayo en Mineápolis, de una forma aún más dramática.
"Me van a matar, me van a matar", dijo Floyd, de 46 años, cuando los policías le tenían inmovilizado y boca abajo en el suelo, a lo que Chauvin respondió: "Deja de hablar, deja de gritar, se necesita mucho oxígeno para hablar".
Chauvin fue, de hecho, quien asfixió a Floyd presionando la rodilla contra su cuello más de ocho minutos, durante los cuales el afroamericano repitió más de 20 veces que no podía respirar.
Esas llamadas desesperadas de Floyd fueron respondidas por los agentes implicados con frases como "relájate" (Tou Thao), "respira hondo" (Lane) o "estás bien, estás hablando bien" (Alexander Kueng), todos ellos despedidos del cuerpo y posteriormente imputados.
Ese "no puedo respirar" ("I can't breath") de Floyd se convirtió después en uno de los lemas de las protestas.
Floyd también informó a los policías de que había estado enfermo de coronavirus y que le costaba respirar.
En un momento, Lane cuestionó a Chauvin -el agente con más experiencia de los cuatro- si debían girar a Floyd de lado, pero este respondió que "no".
Lane insistió que estaba preocupado por el estado de salud de Floyd, ya que parecía estar bajo el efecto de alguna sustancia.
"Bueno, es por eso que viene una ambulancia", dijo Chauvin, que no levantó la rodilla del cuello de Floyd hasta que un paramédico se lo indicó.
Chauvin está acusado de asesinato en segundo grado y homicidio en tercer grado por matar a Floyd, mientras que sobre Lane, Thao y Kueng pesan cargos por ayudar e instigar al asesinato en segundo grado.
Lane, que está en libertad bajo fianza de 750.000 dólares, ha argumentado que era su primera semana de trabajo en el cuerpo y que fue Chauvin quien tomó las decisiones que llevaron a la muerte de Floyd.
El asesinato de Floyd provocó un enorme estallido de protestas y disturbios raciales a lo largo y ancho del país por las recurrentes muertes de ciudadanos afroamericanos a manos de policías en Estados Unidos.