Pásate al lado positivo

Todo pasa. Aunque no quieras. El destino no te da opción a elegir. Aunque eso que pase sea lo que menos deseabas. Quizás cuando menos te lo esperas. Porque la vida es así de imprevisible. No sabemos por dónde nos va a venir. Ni lo que nos tiene preparado. Cada día es una prueba que tenemos que superar. Obstáculos a mitad de camino cuando tenemos la primera puesta rumbo a todos nuestros sueños. Y en ese preciso instante, tienes dos opciones: caerte y quedarte anclado en ese tropiezo o levantarte, a pesar de las heridas. A pesar del trabajo que cuesta volver a reponerse. Pero ya lo decían en ‘quién algo quiere, algo le cuesta’. A veces cuesta muy caro, otras no tanto. Cuesta valentía, dolor, cuesta sudor, sangre y lágrimas. Y a pesar de lo que cueste, siempre tenemos que sobreponernos. Volver a donde estábamos, a pelear por eso que tanto deseamos, a volar hacia todos nuestros sueños. Si alguna vez caes, no malgastes tu tiempo ni tu energía pensando en la caída. Focaliza y canaliza toda tu fuerza en llegar al lugar que tenías pensado. Quizás no lo hagas en el momento que esperabas o tal vez sí. Por eso, confía en ti. Sin importar los reveses que la vida nos dé, porque de todos ellos aprenderemos algo y sumaremos aún más experiencias que nos harán ser mejores.