La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada acoge este viernes el juicio contra un hombre acusado de agredir con una barra de hierro a su padre, que falleció cuatro meses después, y a su hermano, que le golpeó al percatarse de lo que estaba ocurriendo, supuestamente en defensa de sus progenitores.
El fiscal pide 10 de años de cárcel para el primero, al que atribuye un delito de homicidio en grado de tentativa, con las agravantes de reincidencia, puesto que ya fue condenado en firme en 1998 por un delito de homicidio a 14 años de cárcel, y la de parentesco. Para su hermano pide dos años de prisión, por un delito de lesiones.
Según consta en el escrito de acusación del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se remontan a las 20,00 horas del 19 de julio de 2010, cuando padre e hijo, que se encontraban en la finca en la que convivían, en el Cortijo Montevideo de Ventas de Zafarraya (Granada), iniciaron una discusión.
El padre le reprochó que "no trabajaba, que bebía mucho y que tenían que costearle los gastos", a lo que el hijo contestó que el dinero se lo daban "por la minusvalía que padecía", profiriéndole además numerosos insultos. El padre dijo entonces que llamaría a la Policía, pero no lo hizo.
En un momento de la discusión, la madre retiró la jarra de cerveza que bebía su hijo, que pensó que había sido su padre y le recriminó su acción cogiendo una barra de hierro con la que "sorpresivamente" se dirigió hacia sus progenitores, propinando a su padre un fuerte golpe en la cabeza que le hizo caer al suelo, donde le asestó dos golpes más en la cabeza "con ánimo evidente de acabar con su vida".
Ante tal situación se personó en el lugar otro de los hijos del matrimonio, que, al ver a su hermano con la barra de hierro manifestando, sobre su padre, "parece que todavía se mueve y no se ha muerto", éste cogió otro hierro con el que le golpeó diciendo "tú a papá no lo vas a matar".
El padre sufrió a consecuencia de la agresión un traumatismo craneoncefálico severo y contusión en hemitórax derecho, y fracturas múltiples en la cabeza. Cuatro meses más tarde de lo ocurrido, concretamente el 14 de noviembre de aquel año, el hombre falleció, aunque, según el fiscal, no se ha podido establecer relación de causalidad entre su muerte y la agresión sufrida.
El presunto agresor de su padre, que tiene diagnosticado un trastorno disocial de la personalidad, aunque puede comprender el alcalde de sus actos, tuvo lesiones consistentes en heridas inciso-contusas, y cicatrices.