Un grupo de investigación del Departamento de Protección Ambiental de la Estación Experimental del Zaidín, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), va a diseñar el primer biosensor con detección extracitoplasmática --fuera de la célula-- de compuestos derivados del petróleo para utilizar sobre el terreno.
Este biosensor sería el primero en detectar hidrocarburos aromáticos y alifáticos presentes en el exterior de la célula, según informa en un comunicado la Estación Experimental del Zaidín.
Cuando el agua se encuentra contaminada por compuestos derivados del petróleo, estos se pueden detectar en laboratorio pero mediante instrumentos muy caros que permiten poner de manifiesto los hidrocarburos alifáticos y aromáticos presentes.
Todos los biosensores existentes hasta ahora realizan la detección de los hidrocarburos dentro de la célula, es decir, sólo detectan la presencia de los hidrocarburos que han entrado en el interior.
La intención de estos investigadores de la Estación Experimental del Zaidín-CSIC es diseñar un biosensor que detecte la presencia de hidrocarburos en el exterior de la célula.
"La razón para desarrollarlo es que la concentración de hidrocarburos es superior fuera de la célula", según aclara el investigador Tino Krell.
CON BACTERIAS RESISTENTES A HIDROCARBUROS ORGÁNICOS
Para crear estos biosensores, el grupo de investigación de la Estación Experimental del Zaidín usará bacterias del género Pseudomonas que son resistentes a hidrocarburos orgánicos gracias a unas bombas que los expulsan al exterior, disminuyendo así su concentración dentro de la célula (citosol).
El diseño de este biosensor se basa en la construcción de una proteína quimérica --fusión entre dos proteínas-- utilizando el quimiorreceptor McpT para hidrocarburos aromáticos descubierto en este laboratorio. Los investigadores han demostrado que dicho quimiorreceptor detecta hidrocarburos en el exterior de la célula.
Esta acción Explora, incluida dentro del Plan Nacional de investigación, es una acción complementaria cuyo objetivo final es registrar una patente de un biosensor para analizar las aguas directamente 'in situ' mediante un cultivo de bacterias.
Permitiría ver si hay contaminación o no simplemente observando el aumento de bioluminiscencia o el cambio de color del cultivo bacteriano. Se tratará por tanto de un nuevo biosensor rápido y barato con una aplicación práctica directa, según explica el experto.