La carrera del Cascamorras, una tradición con más de cinco siglos de antigüedad que ha sido declarada recientemente Fiesta de Interés Turístico Internacional, se celebra desde este viernes en Baza (Granada), donde intentará sin éxito recuperar la imagen de la Virgen la Piedad, para regresar a Guadix el día 9.
El municipio bastetano, que prevé congregar este año a más visitantes de lo habitual, lleva preparándose desde este miércoles para el acontecimiento, y ha puesto en marcha un dispositivo de seguridad especial integrado por medio centenar de efectivos de Policía Local, Nacional, del Servicio contra Incendios, Salvamento y de Protección Civil y voluntarios de Cruz Roja.
Asimismo, los empleados municipales han acondicionado el itinerario de la carrera del Cascamorras y, desde primeras horas de la mañana de este miércoles comenzaron a proteger con plásticos el mobiliario urbano y los edificios próximos al paso de la comitiva de corredores.
La coincidencia de la celebración de Cascamorras en viernes y la reciente declaración de Cascamorras como Fiesta de Interés Turístico Internacional hacen que los responsables municipales esperen una afluencia mucho mayor de visitantes y por ello el dispositivo municipal de seguridad se ha reforzado incluyendo algunas novedades que harán que la edición de este año sea la primera que cuenta con un Plan de Autoprotección específico, que identificará y evaluará los riesgos y recogerá las medidas preventivas para evitar riesgos.
El Cascamorras contará con una presencia mayor de efectivos de asistencia sanitaria, con tres desfibriladores (dos aportados por Cruz Roja y un tercero de Protección Civil) que serán portados por personal autorizado para su uso y que seguirán carrera y dos ambulancias (una UVI móvil y otra convencional) ambas de Cruz Roja.
Además, se vaciarán de agua las fuentes, a excepción de los Caños Dorados, y se vallará el tramo comprendido entre la rotonda del Ferrocarril y la Plaza de las Eras, dejando tres puntos de evacuación de personas donde estarán situados voluntarios de Protección Civil y Cruz Roja.
A lo largo de todo el recorrido se han dispuesto un total de cinco puntos de atención e información y otros 2 en primeros auxilios. Estos puntos están situados en las Arrodeas, entorno de la Plaza de las Eras, Plaza Mayor y Plaza de Santo Domingo y la Merced y dos puestos básicos de primeros auxilios en la rotonda del Ferrocarril y San Francisco.
Uno de los puntos donde confluyen un mayor número de corredores y público es la Plaza de las Eras, que es un espacio vídeovigilado, por lo que será más sencillo localizar y posteriormente sancionar las conductas incívicas o que dañen a los bienes y a las personas.
Se han instalado avisos informativos de la prohibición de aparcar en todo el itinerario y del cierre a la circulación rodada en todas las vías y plazas por las que discurra la carrera, tanto por motivos de seguridad ciudadana como para evitar daños a los propios vehículos.
Para evitar el uso de aceites de motor quemado y el consumo de bebidas alcohólicas durante el Cascamorras, la Policía Local ha visitado a talleres de vehículos y bares y restaurantes informándoles de, por un lado, las obligaciones de reciclado de estos aceites y las sanciones que conllevan un uso inadecuado de estos, y, por otro, la prohibición de montar barras para la venta de bebidas alcohólicas en la calle y la recomendación de retirar las terrazas para no entorpecer el paso de los corredores.
En lo que respecta a la pintura, el Ayuntamiento repartirá 2.500 litros de aceite ecológico para que los participantes se pinten y pinten a otros cascamorreros y, si pueden, al mismísimo Cascamorras, que encarna este año, Alejandro Baena, que repite en el tradicional personaje.
Maestro de profesión y aficionado a la música, Baena, accitano de 36 años y residente en Baza, encarnará la figura del descubridor de la imagen de la Virgen de la Piedad por segunda vez. La primera vez que cogió la porra de Cascamorras fue en la edición de 2008.
El Cascamorras es una fiesta tradicional originaria de la Edad Media y que se ha ido transmitiendo oralmente de generación en generación a través de los siglos. Según la tradición, fue un obrero morisco, Juan Pedernal, vecino de Guadix, quien trabajaba en Baza cuando se encontró la talla de la Virgen de la Piedad.
Juan Pedernal intentó llevarse la imagen, pero no pudo y tras varios litigios se resolvió que la imagen podría salir de Baza si conseguía llegar hasta ella inmaculado, sin una sola mancha. De esta manera cada vez que una delegación de accitanos, encabezados por el sucesor de Juan Pedernal, ha intentado acceder hasta la iglesia de la Merced con la intención de llevarse la Virgen son recibidos con pinturas que lo manchan para evitar que pueda cumplir su cometido.
El Cascamorras es el personaje enviado por los accitanos para intentar cada 6 de septiembre hacerse con la imagen, intención que impedirán con todas sus fuerzas los vecinos de Baza. El fracaso en la empresa hará que el 9 de septiembre de cada año el Cascamorras vuelva a Guadix con las manos vacías y que los accitanos le reciban con desagrado.
En la fiesta todos los participantes intentan manchar al Cascamorras con grasa y aceite, y siempre acaba totalmente embadurnado. El accitano que encarna al Cascamorras es el responsable, con sus idas y venidas, de marcar el ritmo de la carrera, haciéndola más rápida o más lenta, y en su mano está el ganarse el respeto y el cariño de todos los participantes.