El Patronato de la Alhambra y Generalife abrirá de forma excepcional durante este mes de julio su Mirador Romántico, un espacio ubicado en la cota más alta del Generalife y al final de la conocida como la Escalera el Agua.
Cerrado habitualmente al público por motivos de conservación, este espacio fue construido en 1836 por el que era administrador de la finca del Generalife, Jaime Traverso, responsable también de las posesiones de los Marqueses de Campotéjar desde 1823.
La arquitectura y la disposición del Mirador contrastan con la arquitectura nazarí más cercana del Generalife, y más aún si se compara con el Mirador de Lindaraja, en el Palacio de los Leones.
Sin embargo, su estructura no desentona con el entorno que le rodea, con los románticos jardines que nada tienen que ver con las Huertas Medievales.
Diversas investigaciones plantean la posibilidad de que bajo el Mirador Romántico, de estilo neogótico, se hallase un oratorio musulmán, aunque es difícil de verificar esta circunstancia sin los datos de excavaciones arqueológicas, según ha detallado la dirección de la Alhambra en un comunicado, que ha explicado que el aforo se limitará a treinta personas simultáneamente.