Las dos obras, bienes integrantes del patrimonio histórico español, habían formado parte de varias exposiciones internacionales y fue a su regreso a España cuando sus propietarios denunciaron la desaparición.
A raíz de la denuncia, el Grupo de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil incluyó las fotografías de las pinturas en las bases de datos de obras de arte sustraídas, tanto de carácter internacional como las gestionadas por el instituto armado, para dar a conocer a todos los cuerpos policiales la desaparición de ambos cuadros y dificultando su comercialización.
El pasado mes de octubre los investigadores tuvieron conocimiento de la posible venta de las dos pinturas, lo que aceleró las pesquisas.