El Ayuntamiento de Ronda ha logrado cerrar un acuerdo con la empresa que gestiona la zona azul, y "en los próximos días" serán sustituidos los criticados parquímetros de este espacio de estacionamiento regulado, que han sido objeto de las críticas ciudadanas y de los partidos de la oposición, si no del propio equipo de Gobierno que acabó protestando por los continuos errores del sistema.
Según afirmó el concejal de Tráfico, Antonio Arenas, Ayuntamiento y empresa han alcanzado un acuerdo para la novación del contrato que ambas partes suscribieron hace ahora poco más de un año, destacando el edil "el grado de flexibilidad" por parte de la mercantil Smart Traffic "en el objetivo de que el servicio que se preste sea el mejor de los posibles", dijo a preguntas de los periodistas.
Aunque Arenas sólo habló de "un total grado de satisfacción" por parte del Ayuntamiento al haberse incluido en ese renovado contrato "todo aquello que demandábamos para un mejor servicio", el edil no precisó otros detalles y emplazó a los periodistas a una pronta rueda de prensa en la que se explicará cómo será el nuevo detalle.
RONDA SEMANAL ha podido conocer, sin embargo, que el planteamiento que hizo el Consistorio fue "partir de cero" con este polémico espacio de estacionamiento público. Así, la empresa será la que se encargue de financiar el coste del cambio de los parquímetros, eliminando el llamado 'sistema inteligente' por las máquinas de control que son habituales en otras ciudades. También se eliminarán las cámaras. El Ayuntamiento mantendrá al empleado municipal que desde hace meses, pese a no figurar tal extremo en el contrato extinto, ya dispuso la administración local para evitar las numerosas críticas por el ininteligible sistema. Según ha sabido este periódico, el Ayuntamiento ha logrado cambiar una cláusula del contrato que generó una enorme polémica al saberse que la empresa cobraba 10 euros por el trámite de cada una de las sanciones, en concepto de gestión y comunicación a la Policía Local para la posterior emisión de la correspondiente sanción. El propio Ayuntamiento habría entendido ahora que se trataba de una cláusula abusiva. Las fuentes consultadas no explicaron si existe alguna otra contrapartida.
La novación del contrato está pendiente de su formalización y firma.