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San Fernando Cofrade

El nuevo itinerario del Corpus no convenció por su extrema rapidez

Menos de una hora tardó la cruz parroquial en hacer el itinerario y la procesión completa no sobrepasó las dos horas en la calle

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Había expectación en la calle. Incluso excursiones llegadas a San Fernando para disfrutar de la procesión del Corpus Christi, que en los últimos años había ido a más y había logrado captar la atención del público. Mucho público en las calles y una conclusión en muchas personas: "que triste sin bandas" o "de la Plaza de la Iglesia no me moví".

Sencillamente, porque hasta triste resultó la recogida del Patrón y la Patrona, sin volteo de las campanas de la iglesia Mayor. Pero aún más la de la Patrona, sin la tradicional Salve Marinera. No parecía un día de fiesta.

Hubo muchísimos niños de primera comunión, lo que contribuyó a que el nuevo itinerario resultara aún más corto. Es más, estaba la custodia por la calle General García de la Herrán y la Cruz Parroquial ya se acercaba a la iglesia, de ahí que los que vieron salir la procesión, se quedaran en la Plaza de la Iglesia para ver la recogida.

Cómo ya se había anunciando en días anteriores, el itinerario de la procesión cambió este año por las vallas de la obra del Palacio Consistorial, que impedían la carrera tradicional hasta la Alameda Moreno de Guerra. Así, tras salir de la iglesia Mayor, recorrió la Plaza de la Iglesia, Rosario, General García de la Herrán, Las Cortes, General Serrano, Antonio López, San Diego de Alcalá y Real. Como resultado, la cruz parroquial tardó lo mismo que un rosario de la aurora de estos domingos de mayo: una hora.

En el cortejo figuraron representaciones civiles, encabezadas por la alcaldesa, Patricia Cavada, además de militares, encabezadas por el Almirante de la Flota, Francisco Javier Franco Suanzes.

En la parte positiva está la sociedad isleña y las alfombras montadas en la calle San Diego por la Asociación de Belenistas El Redentor y la parroquia de San José Artesano, con la participación de todos los jóvenes de la parroquia, canto de catequesis, coro juvenil de San José Artesano, hermanos de Prendimiento y de Resurrección, además de catequistas.

Por otro lado, la configuración del itinerario, con pendientes de subida y bajada, hizo que la calle Las Cortes concentrara los únicos tres altares montados para la ocasión, siendo el de la Archicofradía de Medinaceli un homenaje a las Madres Capuchinas, y destacando el esfuerzo de Servitas por montarlo lejos de su punto habitual de la Alameda, o el del taller de bordados Virgen del Carmen.

Mucho público en las calles para un itinerario exornado gracias al esfuerzo del Ayuntamiento, con poco romero, aunque entendible por la escasez del mismo y su protección, pero una procesión que pasó en un suspiro. Tanto, que las madres que habían visto a los niños en General García de la Herrán o Las Cortes, tuvieron que correr a buscarlos, porque ya estaban en la iglesia, de recogida.

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