El comercio tradicional de San Fernando a través del Centro Comercial Abierto de la Asociación de Comerciantes de San Fernando (Acosafe) mira estas Navidades con ojo en los datos de la Covid-19 y otro en el cielo, toda vez que las lluvias del pasado fin de semana dieron al traste con primer asalto de las compras de estas fiestas.
Y no es para menos porque hace apenas un mes todo apuntaba a que la situación iba a mejorar con respecto al pasado año cuando la Ómicron ha reventado todas las expectativas y los pronósticos apenas optimistas se han convertido en ‘no pronósticos’ centrándose en el día a día.
El presidente de Acosafe, Manuel Luna, ya sabe que el comercio tradicional se enfrenta a un cambio de ciclo marcado por las grandes marcas y sus ofertas arrolladoras, además de la venta por internet, pero mantiene que hay lugar para el pequeño comercio porque es el único que sigue dando a los clientes la cercanía que no dan las grandes multinacionales.
“Estamos inquietos”, dice el presidente de Acosafe, pero no tiran la toalla aguantando además la fuerte competencia de Bahía Sur, donde al menos el Primark no ha abierto todavía sus puertas cuando se aventuraba como la puntilla de estas Navidades junto con las demás marcas de bajo precio de Bahía Sur para el pequeño comerciante.
Lo importante ahora es que el consumidor se sienta tranquilo y seguro y salga a la calle sin miedo -dice Luna- toda vez que en el comercio tradicional se están respetando las medidas de seguridad exigidas por las autoridades a rajatabla e incluso más, pidiendo incluso el certificado Covid en aquellos establecimientos más visitados y evitando cualquier tipo de aglomeraciones. Incluso hay comercios del Centro Comercial Abierto que siguen manteniendo la cita previa para atender a sus clientes con esa cercanía a la que se refería el presidente de Acosafe.
“Los más interesados en que no haya contagios son los propios comerciantes”, dice Luna, porque sólo con que se contagie uno de los trabajadores puede dar al traste con toda la campaña, ya que obliga a toda la plantilla a guardar cuarentena.
Acosafe además sigue desarrollando las actividades de animación del Centro Comercial Abierto con sus pasacalles, como se veía este mismo martes por la calle Real. Y deseando que haga frío para que se venda la ropa de invierno, esa que desde que año sólo tiene dos estaciones, invierno y verano, es tan difícil de vender y en las dos las rebajas se adelantan por las grandes marcas.
Mientras en Bahía Sur y con todo el aforo de aparcamiento lleno, se mantiene la doble circulación en el interior de la galería comercial para garantizar el distanciamiento. Y eso, como que se decía, que el tan temido por el pequeño comercio Primark seguía con las puertas cerradas y el letrero de que abrirá muy pronto.
Según manifestaban en el teléfono de información de Centro Comercial de Bahía Sur, siguen las obras en el interior -hay quien apunta a que no tienen todas las estanterías debido a los problemas logísticos de estos meses- y las previsiones de que abrirían “en estas Navidades”. Y eso que se esperaba que estuviera abierto a finales del pasado mes de noviembre para el Black Friday. O Viernes Negro.
