“La historia demostró que una élite política puede utilizar su poder para manipular y movilizar a la sociedad hacia la barbarie. En este sentido, el crecimiento de la extrema derecha y movimientos religiosos fanáticos resulta especialmente preocupante”. Xabier Irujo, director y catedrático de Estudios de Genocidio del Centro de Estudios Vascos de la Universidad de Nevada, RENO, EEUU.)
Estamos asistiendo en el mundo a un avance peligroso de la ideología de extrema derecha, cuyo principal discurso es la supremacía de la raza, el odio al inferior, en ese caso representado por los inmigrantes y las izquierdas políticas. En España tenemos como principal partido a Vox y, en segundo lugar, a Se Acabó la Fiesta. El discurso de ambos partidos extremistas es parecido en muchos conceptos al del presidente de los EEUU Donald Trump y viceversa. La deportación de migrantes legales e ilegales ocasionaría una crisis humanitaria y laboral, porque aquí viven y trabajan cientos de miles de personas de otras nacionalidades perfectamente integradas. También predican con el levantamiento de muros infranqueables en Ceuta y Melilla y por el cierre de mezquitas fundamentalistas y la expulsión de los imanes que propaguen el integrismo, el menosprecio a la mujer o la yihad. De esto último ya se encarga la Policía en España. El cierre de mezquitas va contra la libertad de religión y culto que proclama nuestra Constitución, al margen que no se ha producido nunca en España un cierre de estas sedes religiosas por presuntos actos de terrorismo.
Otra de las perlas de la extrema derecha es suprimir las autonomías, las TV regionales, los defensores del pueblo, los consejos consultivos o las agencias meteorológicas. También quieren reducir un 50 por ciento los alcaldes y los concejales y que haya un solo gobierno y un solo parlamento para toda España; eso sí, prestando atención a las gestas y hazañas de nuestros héroes nacionales, principalmente los franquistas. La derogación de la Ley de Violencia de Género y la supresión de organismos feministas radicales sería otra de las reivindicaciones. La mujer pinta poco. Estos grupos extremistas tampoco contemplan que el aborto sea un derecho de las mujeres y se muestran en contra de la actual ley, que también proponen derogar.
La Ley de Memoria Democrática tampoco se salva de ser suprimida en base a que ningún parlamento está legitimado para definir nuestro pasado, y menos excluyendo a los españoles que difieren de sus definiciones e ideologías. Se olvidan que la Ley de Memoria Democrática aboga por dar cobertura a todas las víctimas del franquismo y a las del terrorismo durante el período comprendido entre el golpe de Estado de 18 de julio de 1936, la Guerra de España y la dictadura franquista hasta la entrada en vigor de la Constitución Española de 1978.
Visto lo visto, no entiendo como tanta gente comulga con estas ideologías tan extremas. ¿Es que no ha servido de nada la Transición Política y la Constitución de 1978 que nos representa como españoles y como personas libres? ¿Acaso las libertades y las políticas sociales que se han generado en este país durante más de cuarenta años y que nos han hecho un país puntero y próspero no son suficientes? Saben, desde su entrada en el Parlamento en 2019, VOX ha adoptado una visión apocalíptica sobre el futuro de la población española, definiendo el cambio demográfico en términos de suicidio nacional. En el Parlamento Europeo no hacen otra cosa que transmitir que España es un país comunista pro soviético con políticos de extrema izquierda que están llevando a la nación al desastre.
No hace falta ser un iluminado. No es cuestión de ser de izquierdas o de derechas. La cuestión es conocer cómo se han colado estas ideologías extremas en nuestra sociedad. España tiene una asignatura pendiente. Las disputas que estamos viviendo hoy entre la izquierda (Gobierno) y la derecha (PP), no está siendo fructífera para los ciudadanos. Y de eso se aprovecha la extrema derecha. ¡Cómo no se dan cuenta!
Por último, anoto una respuesta de Xabier Irujo en una entrevista que le hizo la Revista MUY INTERESANTE: “La memoria histórica, aunque necesaria, no es suficiente por sí sola. En este sentido, es imprescindible complementarla con una educación sólida que fomente el pensamiento crítico, la empatía y la valoración de la diversidad. Solo mediante la enseñanza y el cuestionamiento constante podemos resistir las tendencias naturales hacia el miedo, los prejuicios y el odio, que son explotadas por discursos de extrema derecha y movimientos religiosos fanáticos. La lucha contra la repetición de tragedias históricas es, en última instancia, un esfuerzo continuo y colectivo, pero la historia nos enseña que los peligros de que se generen nuevos focos de violencia extrema son muy reales”. No repitamos la historia previa a las Guerras Mundiales..., o estaremos perdidos.