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San Fernando

Perros de España al doble o al triple de su valor en la Unión Europea

Cada vez más casos de envío masivo de perros desde España hacia países europeos para acabar en laboratorios e incluso en prostíbulos de zoofilia.

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  • Perro -

Los primeros indicios surgieron en 2011 en la provincia de Cádiz, pero todo hace indicar que la ‘zoomafia’ actúa en prácticamente todo el territorio andaluz y nacional.

La Fiscalía Provincial de Córdoba ha abierto diligencias de investigación para que el Seprona de la Guardia Civil dilucide si existen presuntos delitos de organización criminal, falsedad documental, estafa, contra la empresa Sadeco y en concreto el Centro de Control Animal, como empresa pública del Ayuntamiento de la ciudad que gestiona la perrera municipal.

Y es que, como ya sucediera en varias perreras de la provincia, la denuncia interpuesta sospecha que la citada perrera municipal podría estar dentro del organigrama de la ‘zoomafia’ que desde hace años actúa en prácticamente todo el territorio nacional.

En esta ocasión la denuncia ha sido interpuesta por la Asociación Protectora de Animales Bienestar Animal, la cual ha denunciado al Presidente y Gerente de Sadeco, al Director del Centro de Control Animal, así como a la veterinaria del mismo, y correlativamente “contra todos aquellos que pudieran ser responsables” de los citados delitos.

Todo hace indicar que el ‘modus operandi’ de la perrera municipal de Córdoba es el mismo que años atrás se descubrió en la provincia de Cádiz cuando se actuó contra la ‘zoomafia’. Además de la supuestas malas condiciones en la que viven los animales recogidos, supuestamente el Centro de Control Animal permite la salida de animales que en primer lugar acaban en una residencia canina de Córdoba, ubicada en las cercanías de la Urbanización Las Jaras, la cual, al parecer no dispone de los requisitos legalmente establecidos para desempeñar tal actividad.

Desde la citada residencia, los perros son transportados, siempre presuntamente, de forma ilegal en furgonetas de alquiler sin ventilación y sin estar acondicionadas para ello, tal y como se recoge en las imágenes que se aportan en la denuncia y tal y como ha sido comprobado por los agentes de la Guardia Civil en las ocasiones en las que éstas han podido ser interceptadas.

Los perros siguen una misma ruta que, en algunos casos, tras variados destinos transitorios, la mayoría de ellos son conducidos hasta Barcelona y desde allí se envían a otros países europeos, siendo uno de los principales destinos finales Alemania e Inglaterra, a veces directamente y otras veces pasando por Italia. Muchos de estos animales, dados por desaparecidos, aparecen en páginas web donde son vendidos al mejor postor.

Según la mayoría de las hipótesis que se manejan, estos perros acaban siendo usados en laboratorios de investigación y experimentación, en mercados negros con destino a Asia donde a veces se venden como comida o para elaborar pienso animal, e incluso hay indicios de que acaban en prostíbulos a los que acuden personas que practican la zoofilia.

Negocio redondo

La Asociación Bienestar Animal expone que “quiere poner en conocimiento” de la Fiscalía de Córdoba “una supuesta práctica habitual, extendida en gran parte del territorio nacional, relacionada con los perros abandonados y perros gestionados por perreras municipales”.

La práctica habitual a “consiste en el transporte masivo de perros hacia países de Centroeuropa para una adopción por familias que supuestamente los están esperando, siendo gestionados los referidos transportes y supuestas adopciones, tanto por protectoras de animales de origen europeo como nacionales” y señala que “desde el año 2011, hemos intentado localizar el paradero de muchos de estos animales transportados a Europa, sorprendiéndonos al ver cómo el chip de identificación de muchos de ellos no figura en ninguna base de datos europea” y cuando pregunta por ellos a las protectoras de animales involucradas “la respuesta es siempre negativa, no facilitándonos nunca sus paraderos”.

El negocio reside en que en España se pagan por estos perros entre 80 y 200 euros, revendiéndose luego por el doble o el triple de esa cantidad.

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