El coronavirus ha llegado a la Residencia de Alzheimer María Dolores de Castañeda de San Fernando, que hasta ahora y durante los diez meses que lleva la pandemia se había mantenido libre de Covid-19.
Ya el pasado 1 de enero la dirección del centro isleño se vio obligada a cerrar el servicio de la unidad de día, después de que se detectasen cinco casos con el positivo de dos usuarios y tres trabajadores. Dicha medida, en principio, no afectaba al propio funcionamiento de la residencia, puesto que se trata de dos servicios completamente independientes.
Sin embargo, en la jornada de ayer una usuaria de la residencia con patologías previas empezó a dar síntomas y dio positivo, lo que puso en alerta a la dirección del centro que, de manera inmediata, puso en marcha todos los protocolos sanitarios que se marcan para estos casos y se llevó a cabo un cribado masivo entre usuarios y trabajadores, arrojando un resultado de dos positivos más entre las residentes -tres en total-, y de un trabajador.
En el caso de las dos últimas residentes y el trabajador hay que reseñar que están asintomáticos, mientras que la que presenta más complicaciones es la primera usuaria que dio positivo.
Por tal motivo, se ha decidido que se suspendan las visitas y a las tres residentes que han dado positivo se las ha aislado en una zona que desde hacía meses estaba preparada para posibles casos de la Covid-19.
El siguiente paso que ya se ha dado es investigar si el brote de la unidad de día guarda relación con el de la residencia o son completamente independientes.
Por último, reseñar que el proceso de vacunación a la Residencia de Alzheimer María Dolores Castañeda no llegará, en principio, hasta el próximo 14 de enero.