Es un buen momento para ver el cambio en la fisonomía de la plaza del Rey una vez que el Ayuntamiento está terminado -pero cerrado- y se puede hacer desde dos panorámicas prácticamente iguales.
La fotografía de arriba corresponde a 2016 y es verdad que el edificio ya estaba deteriorado después de diez años desde que se cerró para realizar las obras de urgencia que evitaron -gracias al ex alcalde Manuel María de Bernardo- males mucho mayores e incluso la caída de partes del edificio.
La de abajo es la actualidad, hecha esta misma semana y se ve el Ayuntamiento con su letrero de Casas Consistoriales que hay que quitar cuando se pueda y su color característicos de los edificios principales de la época de su construcción.
Eso sí, en la foto de arriba no había Covid-19 y la plaza del Rey era un hervidero de gente los fines de semana, que si para algo ha servido el tranvía ha sido para que la gente se apodere del centro de la ciudad a pie y con la ya insana costumbre de ir por medio de la calle Real. Como una vez dijo Manuel Fraga Iribarne, ¡la calle es mía!
Al menos hasta que entre en vigor la ordenanza de circulación que deja el centro de la calle para el tranvía, las bicicletas y los patinetes. El tranvía de pruebas, claro.