El jugador canario Alan Godoy ha sido de uno de los jugadores más destacados del Atlético Sanluqueño. Llegó en calidad de cedido por parte del Alavés para afrontar la segunda parte de la Temporada 2022-2023 y se ganó el cariño y admiración de la afición y por supuesto de sus compañeros.
Un trocito de mi corazón es y siempre será verdiblancoEl futbolista de 20 años natural de Las Palmas ha completado una buen campaña. Disputó 13 partidos con el Alavés B en el Grupo II de la Segunda RFEF y anotó 3 goles. Afrontó 13 en el Atlético Sanluqueño y anotó 7 goles más los 4 encuentros de la Fase de Ascenso donde vio puerta en una ocasión, precisamente ante el Alavés B en El Palmar.
El brillante mediapunta, que está pendiente de conocer su futuro porque regresa al Alavés tras su feliz estancia en Sanlúcar resalta lo siguiente: “Atletistas, sería injusto si empezara a nombrar y agradecer uno a uno, por eso englobaré todos mis sentimientos de este año”. Añade que “quiero empezar dando las gracias a vosotros, a la afición. Desde el primer día que llegué tanto a mí, como a mi mujer, nos habéis hecho sentir como si estuviéramos en casa. Gracias y mil veces gracias”.
Valora que “segundo, a los que empezaron siendo jugadores del club, luego compañeros de equipo y al final amigos. Todos y cuando digo todos me refiero a absolutamente todos. Los jugadores con los que he convivido estos cinco meses, gracias porque sin vosotros no hubiera sido posible esto. Gracias porque no me llevo compañeros, me llevo amigos de por vida. Gracias porque día tras días he aprendido algo nuevo de cada uno de vosotros. Como dice mi hermanito Airam, he vivido un máster de fútbol y de vida”.
No se olvida de “también el cuerpo técnico. Empezando por el mister, acabando por todos los que lo componen”. De Antonio Iriondo hace constar que “mister, pocas palabras se te pueden decir. Gracias por volverme a hacerme sentir futbolista. Por esos momentos y no tan buenos pero sobre todo gracias porque a tu lado he aprendido mil cosas”. Y de los que han sido sus compañeros dice que “y como digo, podría nombrar uno a uno a todos los que componen esta enorme plantilla pero me quedaré corto y tampoco quiero que sea muy largo. Nuestros caminos se separan pero esto no es un adiós, es un hasta luego”.
No quiere olvidar que “un trocito de mi corazón es y siempre será verdiblanco. Jamás olvidaré mi paso por la Leti y todo lo que me habéis dado. De todo corazón, gracias”.
Alan Godoy vivió un día especial tras el ascenso logrado en Alava. El ascenso lo vivió en unas instalaciones que conoce muy bien por pertenecer al Alavés. La expedición verdiblanca cruzó España de norte a sur porque después llegaron las celebraciones.
Esa tarde-noche no ‘admitió’ que se pudiera dormir. Llegar a El Palmar y lo que se encontraron los jugadores del equipo que ha dirigido Antonio Iriondo fue la presencia de muchos aficionados que no paraban de animar.
Tocaba dormir lo que se pudiera y al día siguiente las celebraciones. La plantilla, cuerpo técnico, directiva y allegados almorzaron en el Restaurante Poma. Todos accedieron después a un autobús descapotable para hacer acto de presencia en la Biblioteca Municipal. Después llegaron dos ofrendas y punto y final a la jornada con una fiesta en el Estadio El Palmar.
El Atlético Sanluqueño no pudo cerrar de mejor manera la Temporada 2022-2023 y más coincidiendo con el 75 Aniversario de su Fundación. Alan Godoy ha vivido un gran experiencia en Sanlúcar de Barrameda. La afición le pidió que se quedara pero parece complicado.
El jugador canario afrontó un partido muy especial. Inició la Temporada 2022-2023 en el Alavés B y el destino quiso que el ascenso del Atlético Sanluqueño quedara certificado en Vitoria. Y además fue el autor de un gol ante el filial del Alavés en el Estadio El Palmar. El fútbol tiene estas cosas.
El Atlético Sanluqueño siempre ha coqueteado durante la competición con los puestos para disputar el ascenso a la Primera RFEF. Había que aguantar el tirón y lo consiguió. La llegada de Alan Godoy le vino muy bien a Antonio Iriondo. Los números están ahí. Ascenso a ‘mojo picón’.
