Las investigaciones, realizadas por funcionarios del Grupo Operativo Local de la Comisaría de Rota, dieron comienzo a principios de diciembre, tras la denuncia de un joven repartidor de pizzas al que mediante la violencia le arrebataron una riñonera, conteniendo 300 euros de recaudación y las llaves de su motocicleta. Pocos días después otro joven repartidor fue intimidado por el detenido al que obligó a entregarle 5 euros del pedido que acababa de entregar.
Se dio la circunstancia que mientras se tramitaba el Atestado policial, fue denunciada la sustracción de diversas joyas valoradas en 6.000 euros del interior de un domicilio de la localidad, pudiéndose comprobar que el detenido había procedido a la venta de dichas joyas en una casa de compra venta de oro en Sanlúcar de Barrameda, por lo que le fue imputado un nuevo delito.
El detenido fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia.