Javi Casares ha regresado a su casa, Jerez de la Frontera, cuatro años después de defender la elástica de dos clubes tan históricos como son el Alavés y el Oviedo. El mediapunta de la Ciudad del Caballo inició su aventura futbolística tras dejar de pertenecer al Pueblo Nuevo y recalar en el Atlético Sanluqueño, que fue el club que le catapultó después hasta la Segunda División B. Rozó el ascenso a la Segunda División A con el Alavés y con el Oviedo, aunque no pudo ser.
Ha regresado a Jerez para formar parte del nuevo proyecto del Xerez, que la pasada temporada padeció uno de los capítulos más amargos de su gran historia. El jerezano manifestó que “tenía ganas de volver y estoy encantado de ayudar al Xerez para que vuelva a remontar el vuelo. Ojalá que pudiéramos regresar a la Segunda División A, aunque no hay que dejar de reconocer que queda mucho trabajo por delante. El grupo cuarto de la Segunda División B será esta temporada muy complicado porque tiene muchos equipos de la provincia de Cádiz, con muchos derbis donde todos saldrán a ganar”.
De su actual club, el Xerez, señala que “nos queda mucho trabajo por delante, aunque contamos con jugadores que apuntan muy buenas maneras, quedan fichajes por llegar y seguro que se consigue un buen equipo”. Javi Casares rememorará viejos tiempos porque tendrá que visitar El Palmar: “Me acuerdo que la última vez que jugué en Sanlúcar fue con el Arcos, aunque con el Alcalá también disputé un amistoso. De Sanlúcar me quedo con que dejé muy buenos amigos, como Dani. En el Atlético Sanluqueño estuve dos temporadas y la gente em recibió muy bien, no puedo tener quejas”.
De la afición del Xerez dice que “terminó muy decepcionada por el descenso, aunque resurgirá”.
