El fiscal pide condenas de 9 meses de prisión para el exjefe de la Policía Local de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) que causó un accidente de tráfico borracho y un año y medio de inhabilitación para el suboficial que convenció a las víctimas para que no se le practicara a su jefe la prueba de la alcoholemia.
En sus conclusiones provisionales, el fiscal explica que el accidente ocurrió sobre las 23.30 horas del 4 de septiembre de 1998 cuando Antonio C, policía nacional que entonces era jefe de la Policía Local de Sanlúcar, circulaba con un vehículo oficial estando fuera de servicio por la avenida de La Constitución.
Según el fiscal, el jefe policial conducía después de haber ingerido bebidas alcohólicas "con notable negligencia y despreocupación", por lo que no se percató de que había varios coches detenidos frente a un semáforo en rojo y colisionó contra uno de los vehículos, en el que viajaban un matrimonio y sus dos hijos menores de edad.
Debido al impacto la mujer sufrió un esguince de cervical y otro lumbar de los que tardó en curar 172 días y por los que sufre secuelas.
Tras el accidente, el matrimonio y el jefe de la Policía Local fueron a la Jefatura de Policía Local, donde éste intentó convencerles para que firmaran un parte amistoso.
Este parte no se llegó a firmar porque el matrimonio, acompañado de dos agentes, tuvieron que trasladarse urgentemente al hospital para que la mujer fuera atendida de las lesiones que había sufrido.
Al salir del hospital, la mujer pidió a los agentes que le hicieran a su jefe la prueba de la alcoholemia, ya que le veía con síntomas de haber bebido.
El jefe policial, que ya se había marchado a su casa, les dijo por teléfono a los agentes que ya iría al día siguiente a prestar declaración, tras lo que los agentes llamaron por teléfono al suboficial, Ildefonso V.
Éste fue a la Jefatura, irrumpió en la sala donde se tomaba declaración a las víctimas del accidente y se llevó a otra sala al marido, al que durante "bastante rato", según el fiscal, trató de convencer de que eliminara de su declaración el punto en el que pedían que se le practicara la prueba de la alcoholemia a su compañero y jefe.
A pesar de la negativa de su esposa, el hombre accedió a eliminar de la declaración el párrafo en el que relataban que el jefe policial causante del siniestro tenía síntomas de intoxicación etílica y en el que solicitaban la prueba de la alcoholemia.
Una vez conseguido esto, el suboficial ordenó a los agentes que hacían la diligencia que no hicieran nada más y que remitieran el atestado al turno siguiente.
El fiscal cree que, por estos hechos, el ex jefe policial es autor de un delito contra la seguridad en el tráfico por el que pide quince fines de semana de arresto, dos años de inhabilitación y dos años de privación del permiso de conducción y de otro delito de desobediencia, por el que solicita que le sean impuestos otros nueve meses de prisión.
Con respecto al suboficial, el fiscal le considera autor de un delito de omisión del deber de perseguir delitos, por el que pide que sea condenados a un año y seis meses de inhabilitación.
Ninguno de los dos acusados, que serán juzgados el próximo 11 de marzo, forma ya parte de la Policía Local de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), según fuentes municipales.